El pulso de la economía europea, entre el latido firme y la arritmia
5 de abril de 2010Pese a los vaivenes causados por la crisis griega, algunos indicadores económicos de la Unión Europea comienzan a mostrar signos que, de transformarse en tendencias sostenidas, podrían marcar la recuperación. Un ejemplo es la producción de la industria manufacturera, en la cual se registra un crecimiento más acelerado que el pronosticado.
En Alemania, la producción de este ramo creció en marzo a su ritmo más alto de la última década, mientras que en Francia presenta la expansión más rápida desde 2006. La industria manufacturera de Inglaterra presenta una tendencia similar.
Contrario es el caso de Grecia, cuya industria de la transformación vio reducida su producción debido a la crisis causada por el alto endeudamiento público. Sin embargo, la crisis griega ha traído consigo una devaluación del euro, con un aparente beneficio para la economía europea: los bienes europeos de exportación resultan más baratos y esto condujo a un aumento en la demanda externa.
Felicidad de accionistas…
Otro indicador que registra alzas es el de los dividendos que pagan grandes consorcios a sus accionistas. La Deutsche Telekom, cuyo accionsta principal sigue siendo el Gobierno federal alemán, distribuyó 3.400 millones de euros entre sus socios accionarios, cuando su ganancia fue de apenas 353 millones de euros. No es el caso más extremo: según reporta la edición Internet del semanario Der Spiegel, otras empresas reparten dividendos sin registrar ganancia alguna.
Esto tiene un lado oscuro. La Telekom redujo 3,2 por ciento su plantilla laboral en 2009, mientras que ThyssenKrupp eliminó un overhead de cinco por ciento. El gigante acerero perdió 1.800 millones de euros en 2009, y aún así repartió dividendos entre sus accionistas.
…tristeza de empleados
El tema del desempleo tampoco deja lugar a juicios absolutos. En marzo, el nivel de paro en Alemania se ubicó en 3.568.000 personas; esto es, 75.000 menos que en febrero, y 18.000 menos que en marzo de 2009.
Según Karl Zawadzky, jefe de la redacción económica de Deutsche Welle, en Alemania “la crisis golpeó el mercado laboral, pero mucho menos de lo que se temía. No ocurrió la devastación. Entre tanto, la tendencia de nuevo es a la alza, tanto en la coyuntura como en el empleo.”
Estas noticias podrían dar pábulo al optimismo. Sin embargo, el mantenimiento del empleo en Alemania se debió en parte a la implementación de las jornadas laborales reducidas que, según Zawadzky, fueron “un puente para superar el valle de lágrimas” de la crisis. “En muchas empresas, este esquema ya ha desaparecido; en otras, tiende a ser eliminado”, agrega el especialista.
Michael Sommer, presidente de la Federación Alemana de Sindicatos, ve algunas desventajas. Para él, es “una perversión social el que la gente joven desconozca lo que significa tener un contrato por tiempo indefinido.”
Sommer criticó al Gobierno federal por promover las jornadas laborales reducidas y los contratos temporales, con lo cual, dijo “se impulsa la devaluación del trabajo.”
Juicio implacable
En todo caso, el Fondo Monetario Internacional opina que sería temprano para echar las campanas al vuelo en cuanto al estado de la economía europea. El organismo señaló recientemente que “la recuperación es aún débil”.
La sentencia definitiva en cuanto a la situación económica de Europa parece venir de los consumidores. De acuerdo con las cifras más recientes, éstos mantienen desde hace meses la restricción al gasto familiar, en una tendencia que se mantiene inalterada. Así que, por lo menos en las mentes de los ciudadanos europeos, la crisis aún está viva, y dando coletazos.
EL/dp/ds/dw
Editora: Claudia Herrera Pahl