Países en desarrollo, claves para Alemania

Las exportaciones han sido la columna vertebral de la economía alemana durante los últimos años, en los que crecieron a un ritmo de hasta dos dígitos. Sin embargo la crisis económica transformó la situación. En todo el mundo se contrajo la demanda de bienes de consumo y las exportaciones alemanas colapsaron. La fortaleza de la economía germana se convirtió en su talón de Aquiles.

La interrogante ahora es si el modelo económico alemán, basado en la industrialización y orientado fuertemente a las exportaciones tiene algún futuro, o si es una manifestación de un desarrollo equivocado que se remonta a principios de la última década.

Esta es una cuestión que el director del Instituto alemán de Investigación Económica (IW), Michael Hüther, se plantea de manera teórica. El experto sostiene que la economía alemana de exportación puede seguir beneficiándose de la globalización.

De la fortaleza a la debilidad

Una tesis que no comparte el presidente del Instituto de Investigación Económica de Kiel, Dennis Snower, quien sostiene que precisamente por su dependencia de las exportaciones, la recuperación económica alemana no tiene un fundamento sólido. Snower considera que a mediano plazo la economía global crecerá más lentamente que antes de la crisis, lo que Hüther no discute, pero sostiene que entre los países en desarrollo puede haber excepciones.

"El primer indicio está vinculado cpn la fuerza de crecimiento de las economías emergentes que han jugado un papel muy significativo en la economía de exportación alemana durante la última década. Tan sólo el hecho de que dichas economías crecen a un ritmo de crecimiento promedio que duplica el crecimiento global muestra que son ellas quienes tienen la sartén por el mango. La cuestión es si podremos mantenernos en el juego".

Países emergentes como Polonia, China, Rusia, la República Checa, Hungría y Turquía juegan un papel cada vez más importante. Entre el 2000 y el 2007 más de una tercera parte del crecimiento de las exportaciones se debió a las compras de los países emergentes. Su participación en las exportaciones alemanas se elevó en dicho período del 18 al 25 por ciento, lo que se tradujo en una suma de casi 130.000 millones de euros.

Economías pujantes

"El papel de China, Rusia y Polonia como destino de las exportaciones germanas es similar al de países industrializados como Francia y Holanda, lo que resulta notable". Una tendencia que según Hüther continuará. Prueba de ello es que los países emergentes se están recuperando más rápidamente que los países industrializados. El Fondo Monetario internacional prevé que dichos países registrarán índices de crecimiento de cinco por ciento el año en curso. Y para su desarrollo necesitan bienes de inversión como maquinaria, instalaciones y vehículos, de lo que puede beneficiarse la industria de exportación alemana.

"Al analizar las estructura de las exportaciones destinadas a los países emergentes se puede observar que el éxito en buena parte se debe a una especialización de la industria alemana". Sin embargo los obstáculos al comercio pueden convertirse en frenos efectivos, como se observa en países como Brasil, México y Argentina, en donde las exportaciones alemanas son menores que en el año 2000. Según Hüther eso se debe a que las negociaciones para una liberación comercial en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC), no avanzan desde hace años.

Ronda de Doha

"Eso muestra el alto precio que tenemos que pagar por que la ronda de Doha no avance y lo difícil que ha resultado para la Unión Europea el encontrar la segunda mejor estrategia. Otros países hace mucho que pactaron acuerdos bilaterales, pero eso tiene sus bemoles porque al cerrar acuerdos bilaterales se debilita la mejor solución que es la multilateral", afirma el experto.

Es un mensaje al gobierno alemán, pero éste por si solo poco puede hacer. Berlín ayuda a los exportadores ofreciéndoles garantías de crédito para facilitarles el acceso a mercados de alto índice de crecimiento pero de alto riesgo. En el 2009 dichas garantías ascendieron a 22.400 millones de euros, un ocho por ciento más que el año anterior, lo que significa un récord desde que existen dichas garantías hace 60 años.

Autora: Sabine Kinkartz/ eu

Editor: Pablo Kummetz