"Zancadilla" en la campaña electoral del SPD
14 de agosto de 2017Pocas citas del excanciller alemán Gerhard Schröder han quedado tan grabadas en la memoria como ésta de 2004: "Es un demócrata impecable". Se refería a su amigo Vladimir Putin. Ya en ese entonces, hace casi 13 años, al presidente ruso se le reprochaba no tomar demasiado en serio las reglas democráticas básicas en su país. Pero la amistad entre Schröder y Putin se mantiene hasta el día de hoy.
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Ahora circulan informaciones según las cuales Schröder podría ser elegido a fines de septiembre para integrar el consejo de vigilancia del mayor consorcio petrolero ruso, Rosneft. Esta empresa fue incluida en la lista de sanciones de la Unión Europea contra Rusia, después de la anexión de Crimea. Pero eso no parece incomodar a Schröder, que entretanto tiene 73 años de edad. No obstante, la posible entrada de Schröder al consejo de Rosneft no ha sido confirmada oficialmente.
13 años de negocios con Rusia
Schröder colaboró desde 2005 con el proyecto del gasoducto Nord Stream, que conduce directamente desde Rusia hasta Alemania y en el que tiene participación mayoritaria el consorcio estatal ruso Gazprom. El hecho de que asumiera esa tarea poco después de abandonar la jefatura del gobierno alemán provocó gran malestar en esa época.
También ahora la noticia de Rosneft ha desatado duras críticas. Reinhard Bütikofer, exjefe de Los Verdes y actual europarlamentario, calificó el proceder de Schröder de "desvergonzado". Y el embajador ucraniano en Berlín, Andrei Melnyk, consideró moralmente reprobable "que un excanciller alemán y dirigente del SPD sea instrumentalizado por el Kremlin".
"Schulz no haría eso"
"No me pronunciaré sobre el futuro laboral del excanciller", dijo a DW el portavoz de Angela Merkel, Steffen Seibert, este lunes en Berlín. Tampoco es necesario que lo haga. La mera noticia de una posible colaboración de Schröder con Rosneft es agua para los molinos de la campaña electoral de la canciller.
En el partido socialdemócrata de Schröder cunde en cambio la desesperación. Máxime porque su candidato a la jefatura de gobierno, Martin Schulz, va muy a la zaga de Merkel en las encuestas, faltando apenas seis semanas para las elecciones. El secretario genera del SPD, Hubertus Heil, se limitó a decir que se trata de una decisión personal de Gerhard Schröder. "No sé qué decisión tomará. El no permitirá que nadie le diga lo que debe hacer. Yo solo sé que Martin Schulz no aspira a una actividad en la empresa privada tras su período como canciller".
Otros líderes del SPD no quieren pronunciarse públicamente al respecto. Pero, sotto voce, hablan de la "falta de sensibilidad" de Schröder, que a fin de cuentas fue jefe del SPD, porque la posibilidad de que asuma un puesto en Moscú dificulta adicionalmente el trabajo del candidato Schulz. Dicen que hay irritación porque, mientras ellos se parten el alma trabajando en una difícil campaña electoral, Schröder les hace una zancadilla.
Autor: Jens Thurau (ERS/VT)