Una división iraquí se rinde
22 de marzo de 2003Enormes columnas de humo se elevaron sobre Bagdad después de que bombas y misiles hicieron impacto en uno de los palacios de Hussein y otros blancos. Las numerosas explosiones enrojecieron el cielo nocturno y sacudieron el terreno en la mayor campaña aérea desde el inicio de la guerra. Tras dos días de incursiones aéreas menores, el bombardeo del viernes representó un gran ataque de la guerra aérea. El palacio de Hussein y otras instalaciones estaban en llamas. La sede de la televisión iraquí fue uno de los edificios alcanzados por el bombardeo.
Buques de guerra de Estados Unidos lanzaron el viernes al menos 320 misiles crucero Tomahawk contra blancos militares en los alrededores de Bagdad, dijo el comandante del portaaviones Kitty Hawk. El contraalmirante Matthew Moffit declaró que los misiles fueron lanzados desde barcos de guerra desplegados en el Mar Rojo y el Golfo Pérsico.
8.000 soldados se rinden
Una de las principales divisiones del Ejército iraquí, integrada por alrededor de 8.000 hombres, se rindió hoy a la infantería estadounidense, confirmó el Pentágono. La 51 División de Infantería iraquí se rindió cuando las fuerzas de la coalición avanzaban hacia Basora, la segunda ciudad más importante de Irak. Según las fuentes, esta división es una de las mejores equipadas y entrenadas de las Fuerzas Armadas iraquíes y la más importante en Basora En las últimas semanas esa unidad recibió una lluvia de decenas de miles de panfletos lanzados desde aviones instándolos a rendirse.
Capturan puerto de Um Qasr
Comandos británicos capturaron la península de Faw en el extremo sur de Irak y tomaron el control de instalaciones petroleras clave. El ministro británico de Defensa, Geoff Hoon, dijo que las tropas iraquíes habían incendiado hasta 30 pozos petroleros.
Las tropas iraquíes contuvieron por dos horas el avance de los marines estadounidenses hacia el puerto de Um Qasr, hasta que la artillería británica rompió la defensa iraquí. Los marines estadounidenses capturaron el puerto iraquí mientras otras fuerzas ocuparon dos aeropuertos inactivos en el oeste de Bagdad. Marines británicos lanzaron asaltos anfibios y aéreos y ocuparon importantes instalaciones petroleras, al tiempo que otras tropas se dirigían al puerto de Basora.
No cantan victoria
La asombrosa velocidad del avance de las tropas desde Kuwait por el desierto iraquí llevó a algunos oficiales estadounidenses y británicos a pronosticar una rápida victoria en la guerra para derrocar a Hussein y desarmar a Irak. Sin embargo, el primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, dio que la guerra no se ganaría de la noche a la mañana, y el portavoz de la Casa Blanca Ari Fleischer advirtió que el conflicto aún podría ser "prolongado y peligroso". Por su parte, algunos ministros iraquíes amenazaron con decapitar a los invasores y dijeron que Hussein seguía vivo, al tiempo que ridiculizaron la posibilidad de una rápida victoria.
Daños colaterales en Irán
Fuentes del gobierno iraní dijeron que dos personas resultaron heridas cuando un cohete alcanzó un depósito de refinación en el suroeste del país, cerca de la frontera con Irak. Teherán advirtió a Washington y Londres que respeten su espacio aéreo, aunque dijo que no estaba claro desde dónde había llegado el cohete.