Un revés tras otro para Boris Johnson
5 de septiembre de 2019Así no se puede gobernar. Contra la voluntad del primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, diputados tomaron las riendas de la agenda en la Cámara de los Comunes este martes (3.9.2019) y propusieron la aprobación urgente de una ley que impida un “brexit” duro. En otras palabras, una legislación que obligue a Johnson a pedir una prórroga del “brexit”, si Londres no llega a un acuerdo con Bruselas antes del 31 de octubre, para que Gran Bretaña abandone las filas de la Unión Europea de manera ordenada.
Al día siguiente, la ley en cuestión fue aprobada. Como si esos reveses no fueran suficientes para Johnson, su petición de celebrar elecciones anticipadas el 15 de octubre fue rechazada. Es evidente que el mandatario no tiene apoyo mayoritario en la Cámara de los Comunes. A estas alturas, a él le faltan al menos 29 votos. El propio Johnson expulsó a 27 tories del Partido Conservador por oponerse a sus planes y a su estrategia para consumarlos. Otro tory se levantó de su asiento en el Parlamento para sentarse en la bancada de los liberales.
La guerra por ganar
En este momento, la ley contra el “brexit” desordenado está en la Cámara de los Lores, donde los políticos leales a Johnson están haciendo decenas de solicitudes de enmiendas para retrasar la hora de darle el visto bueno. Y es que, también entre los lores, hay una robusta mayoría contra una ruptura abrupta entre Gran Bretaña y el bloque comunitario. Al final, la ley mencionada será ratificada por la reina Isabel II y entrará en vigor. Johnson ha perdido esta batalla. Pero eso no quiere decir que sus opositores hayan ganado la guerra.
No es seguro que la ley contra el “brexit” duro vaya a cumplir su cometido, porque tampoco es seguro que Johnson renuncie a su proyecto de adelantar los comicios. Si él consigue que éstos se realicen y los gana, puede anular la ley que ahora lo ata de pies y manos. Johnson necesita que esas elecciones se lleven a cabo el 15 de octubre, dos días antes de la cumbre europea decisiva, porque quiere cumplir a toda costa su promesa de sacar a Gran Bretaña del Club de los Veintiocho el 31 de octubre. Ni un día después.
Plan maestro
Ese escenario es viable porque también el Partido Laborista tiene razones para aspirar a la celebración de comicios anticipados. Su líder, Jeremy Corbyn, ha dicho que les daría luz verde a las elecciones tan pronto la ley contra el “brexit” desordenado sea promulgada. Y eso puede ocurrir tan pronto como el próximo lunes (9.9.2019). Más precavidos, otros laboristas -el mismo John McDonnell, vicepresidente del partido- prefieren convocar a las urnas después de la cumbre europea de tal forma que Johnson no tenga el tiempo a su favor.
Y, en lo que concierne al “brexit”, el timing lo es todo. Johnson está dispuesto a destruir al Partido Conservador deshaciéndose de los miembros más moderados y apegados a la tradición liberal de la formación. Ese partido siempre ha sido un grupo heterogéneo y ahora tiene a un cabecilla que ambiciona reformarlo para convertirlo en un movimiento masivo populista de derechas. Johnson imita la intransigencia de Nigel Farage, líder del Partido del Brexit, para robarle electores y ganar los comicios apostando exclusivamente al “brexit” duro.
Ese es el propósito de Johnson. Está por verse si sus planes prosperan. En cuatro semanas, es mucho lo que puede pasar en la atribulada Gran Bretaña de hoy.
(erc/cp)
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