Un precario equilibrio entre la esfera privada y la información
29 de julio de 2005El portavoz de la Asociación Alemana de Editores de Revistas, Stefan Michalk, declaró que "la autocensura aumenta, este es el mensaje que recibimos de las editoriales" y calificó de falsa la decisión del Gobierno de no apelar la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo y de haber llegado a un arreglo extrajudicial con los abogados de la princesa.
Michalk afirmó que han aumentado los casos de demandas judiciales en los que los derechos individuales se ven enfrentados a la libertad de prensa.
Alemania pagará la cuenta
Carolina de Mónaco recibirá de Alemania 10 mil euros por indemnización por daños personales y 105 mil euros por costos relacionados con el proceso judicial que elevó al Alto Tribunal Europeo, que falló a su favor, considerando que la publicación de fotografías en varias revistas alemanas lesionaban el derecho a su vida familiar y privada, estipulado en el artículo 8 de la Convención Europea de Derechos Humanos.
"Cada persona tiene derecho al respeto de su vida familiar, privada, de su residencia y su correspondencia", reza ese artículo. Hasta el momento, el ministerio federal de Justicia ha evitado dar declaraciones. Un portavoz había declarado hace casi un año que la protección de los derechos individuales se cristaliza en la decisión de cada juez. El balance de la libertad individual y la libertad de prensa está asegurado por la ley de los Estados federados y la protección de la esfera privada es tarea de jueces independientes, agregó el ministerio.
Estrasburgo se impone
La decisión del Tribunal Europeo, con sede en Estrasburgo, desvalida una sentencia de la Corte Constitucional Federal, con sede en Karlsruhe, que en 1999 denegó la demanda considerando que personajes prominentes, por ser parte de la historia contemporánea, deben aceptar la publicación de fotografías sin su consentimiento hechas durante su presencia en lugares públicos, con limitaciones de acuerdo a la ley. El Tribunal Constitucional consideró que los políticos son la excepción.
En su fallo emitido el 24 de junio del año pasado, el tribunal de Estrasburgo acusó al Gobierno de Alemania de no proteger suficientemente en los medios la esfera privada de individuos. Pero ahora es la prensa la que lo acusa de no defender suficientemente la libertad de prensa. Periodistas manifestaron que será difícil, en el ejercicio de la profesión, reconocer en el futuro hasta dónde debe llegar la libertad de prensa y la protección de la vida privada de políticos o personas cercanas a la política. Aludieron al temor frente a la autocensura en los propios medios y frente a demandas judiciales.
En la década de los 90, las revistas Bunte, Freizeitrevue y Neue Post publicaron varias fotografías en las que aparecieron la princesa de Mónaco y sus hijos en escenas sobre la arena, montando a caballo, de compras y esquiando, entre otras, por las que Carolina interpuso una demanda ante los tribunales alemanes al considerar que su libertad individual estaba restringida al ser permanentemente perseguida por paparazzi. Carolina aparecía además en un restaurante con el actor francés Vincent Lindon.