UE y EE. UU. lamentan "retroceso" de democracia en Bielorrusia
5 de enero de 2011
"Las elecciones y sus consecuencias (...) suponen un paso atrás en el desarrollo de una gobernanza democrática en Bielorrusia", dijeron la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, y la jefa diplomática de la UE, Catherine Ashton.
El presidente Alexander Lukashenko, que gobierna Bielorrusia desde 1994, logró un cuarto mandato en los comicios del 19 de diciembre, que se caracterizaron por graves manipulaciones, según observadores occidentales y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Después de las elecciones, el gobierno bielorruso ordenó el cierre de la oficina de la OSCE en Minsk. Clinton y Ashton lamentaron esta decisión, al considerar que la evaluación crítica de las elecciones por parte de la OSCE indica que esta organización aún no ha finalizado su misión en Bielorrusia.
La UE acordó hace algunos años imponer sanciones a figuras clave del régimen bielorruso, pero ha renunciado a aplicar las medidas punitivas esperando que ello favorezca la implementación de reformas democráticas en la ex república soviética.
Tras las elecciones de diciembre, algunos países miembros de la UE, entre ellos Holanda, Polonia y Suecia, comenzaron a reclamar la aplicación de las sanciones, a lo que se oponen otros socios comunitarios, como Hungría e Italia.
El gobierno de Bielorrusia advirtió por su parte a la Unión Europa (UE) que la imposición de nuevas sanciones contra el país supondría una "posición contraproducente que probaría la falta de perspectiva mostrada en las últimas décadas", dijo un portavoz del Ministerio del Exterior en a capital Minsk.
La cúpula de Minsk está dispuesta a una colaboración constructiva, dijo el portavoz. Pero en Occidente existe una "visión deformada de la situación política y social real" del país.
dpa