Ucrania: la importancia estratégica de Járkov

Dos años después del intento fallido de tomar Járkov, Rusia avanza de nuevo hacia la ciudad. Hasta hace poco, los expertos estaban seguros de que la operación cerca de Járkov era más bien una campaña de propaganda rusa, porque se creía que Moscú no tiene suficientes tropas para tomar la segunda ciudad más grande de Ucrania.

Pero, a principios de mayo, el Ejército ruso ocupó rápidamente varias aldeas en el norte del óblast de Járkov. Para Kiev, hay mucho en juego, porque es una ciudad clave en muchos sentidos: como centro económico y cultural, pero también como uno de los símbolos de la resistencia ucraniana contra la invasión rusa.

Lo que hay que saber sobre Járkov

Járkov ya era una gran ciudad del Imperio ruso. De 1919 a 1934 fue la primera capital de la Ucrania soviética. Y aunque más tarde se hablaba allí casi sólo ruso, en los años 1920 y 1930 floreció la cultura ucraniana, cuyos destacados representantes fueron víctimas del terror bajo el dictador José Stalin.

Durante la época soviética, Járkov se convirtió en un centro de transportes, industria e investigación. De la Unión Soviética (URRS), la ciudad heredó un grupo industrial de alta tecnología e importantes instituciones de educación superior. En Járkov, y por primera vez en toda la URSS, se dividió un átomo en un centro científico en la década de 1930.

Járkov se encuentra a unos 40 kilómetros de la frontera con Rusia, en el cruce estratégico de carreteras de oeste a este y de norte a sur, incluida la ruta de Moscú a Crimea vía Rostov del Don. Hasta hace poco, la ciudad producía componentes para centrales hidroeléctricas, térmicas y nucleares, así como aviones, tractores y tanques. En el centro de la ciudad se encuentra el mercado más grande de Ucrania, el Barabashovo.

Járkov: el lugar de la derrota de Putin

Muchas empresas no pueden operar más a plena capacidad en Járkov. Además, hay escacez de muchas cosas, por lo que algunas pequeñas y grandes empresas ya se trasladaron al oeste de Ucrania en 2022.

Rusia no ha ocultado su deseo de conquistar Járkov. El expresidente ruso, Dmitri Medvedev, anunció que el óblast de Járkov se convertiría en la quinta región de Ucrania anexionada por Rusia en otoño de 2022, pero una contraofensiva ucraniana trucó los planes del Kremlin. Los observadores no tienen dudas de que Rusia buscará vengarse.

La pérdida de Járkov y de la región también sería un duro golpe para la seguridad energética de Ucrania. Según las estadísticas gubernamentales, la provincia de Járkov fue el tercer mayor contribuyente al PIB de Ucrania en 2019 (6,3 por ciento), tras Kiev y la provincia de Dnipropetrovsk. Járkov es también la región con las mayores reservas de gas natural de Ucrania, con las que el país puede cubrir sus necesidades casi en su totalidad.

Centro del Ejército ucraniano

Un posible enfrentamiento por Járkov podría convertirse en el más sangriento de la guerra. La ciudad mide unos 350 kilómetros cuadrados y, según estimaciones de las autoridades, actualmente tiene alrededor de 1,3 millones de habitantes. En la ciudad vive tanta gente como antes del ataque ruso a Ucrania. Aunque muchos residentes la han abandonado, cientos de miles han huido a Járkov desde Donbás y otras regiones, donde la guerra estalló anteriormente.

Cuando los activistas prorrusos intentaron tomar el poder en ciudades del este de Ucrania en 2014, lo consiguieron en Donetsk y Lugansk, pero no en Járkov. Cuando comenzó la guerra en Donbás ese mismo año, Járkov se convirtió en un centro para el Ejército ucraniano y los voluntarios.

Rusia tiene una importante ventaja estratégica: puede bombardear Járkov y la región desde su territorio. Ucrania sólo puede tomar represalias con sus propias armas de corto alcance, no con armas occidentales de largo alcance. Las condiciones para las entregas de armas occidentales lo prohíben. El Reino Unido declaró recientemente su voluntad de cambiar la situación, pero para la mayoría de los otros países sigue siendo un tabú atacar a Rusia con sus armas.

(rmr/ers)