Grecia: Tsipras propone una reforma constitucional
25 de julio de 2016El primer ministro griego, Alexis Tsipras, propuso hoy una ambiciosa reforma constitucional abocada a construir una "nueva Grecia" más democrática y abierta a la opinión del pueblo, que amplíe los referendos, refuerce el control parlamentario y limite el mandato de los diputados y jefes de Gobierno. Tsipras eligió una fecha simbólica para anunciar sus ideas, el 42 aniversario del fin de la dictadura de los Coroneles, que se cumplió ayer, domingo.
En un discurso en el patio del Parlamento, el primer ministro esbozó su visión de lo que debe ser la Grecia del siglo XXI, dejando de lado las limitaciones fácticas a las que está sometido desde que asumió el Gobierno hace un año y medio por el corsé que impone el programa de reformas que va unido al tercer rescate. "En las elecciones la población griega nos encomendó acabar con lo viejo, dejar atrás todo lo que hizo quebrar a Grecia, lo que condujo a la quiebra política y económica", dijo Tsipras, quien recalcó que la crisis "no sólo es económica", sino sobre todo "resultado de una decadencia moral y política".
Concretamente, Tsipras propuso limitar a dos legislaturas o un máximo de ocho años consecutivos el mandato de los diputados y primeros ministros. Además abogó por posibilitar que sea el pueblo y no el Parlamento el que elija al presidente de la República, aunque solo en el caso extremo de que la cámara legislativa no logre hacerlo.
Con esto Tsipras quiere evitar que haya que convocar automáticamente elecciones anticipadas cuando el Parlamento no logra ponerse de acuerdo sobre un candidato, tal y como ocurrió en diciembre de 2014, cuando el candidato Stavros Dimas no logró salir elegido y se celebraron los comicios que llevaron al izquierdista Syriza a la victoria. Asimismo propugnó la ampliación de la posibilidad de convocar referendos populares, ahora potestad exclusiva del primer ministro.
Fiel a lo que Syriza propugnaba ya en su programa electoral, Tsipras abogó por facultar a la ciudadanía a forzar la convocatoria de un plebiscito, con medio millón de firmas recogidas para temas de interés nacional, y con un millón para revocar leyes ya votadas, siempre y cuando no afecten a asuntos financieros. efe