Tras el eco del Big Bang
3 de octubre de 2006George Smoot es un hombre muy cauteloso. Al enterarse de la noticia, entró en la página de Internet de la Academia Sueca para corroborar si realmente había recibido el Premio Nobel de Física, compartido con John Mather. "Me sorprendí, porque acá eran las 3 de la mañana y pensé: ¿de dónde sacaron mi número de teléfono?", comentó el laureado.
Preguntas medulares
Ya en 1992, el físico inglés Stephen Hawkin había calificado los trabajos de Mather y Smoot como "el descubrimiento del siglo". Con el apoyo de la NASA, los astrofísicos estadounidenses habían enviado al espacio el satélite COBE, pieza clave de un proyecto en el que participaron aproximadamente mil científicos. Los resultados de sus mediciones respaldaron la teoría del Big Bang, según la cual nuestro universo nació a partir de una gigantesca explosión. También permiten explicar por qué hay planetas y estrellas, y por qué el universo no es una masa informe.
Gracias a las investigaciones de Mather y Smoot se consiguió tener una idea de cómo se veía el universo a la tierna edad de 380.000 años. Entretanto ya tiene 13.700 millones de años. ¿Qué utilidad práctica tienen los descubrimientos de los astrofísicos estadounidenses? Börje Johannson, profeso de física de la universidad Uppsala, hace notar que, dado que intervinieron miles de personas, siempre surge algo que tenga algún uso. Pero, a su juicio, lo central es que abordaron preguntas fundamentales: ¿Cómo comenzó todo? ¿Qué ocurrió? ¿De dónde venimos?
Arqueología cósmica
Josef Nordgren, también profesor de física de Uppsala, indica que ambos científicos premiados realizaron un trabajo de arqueología cosmológica. "En los años 60 se descubrió la radiación cósmica de fondo. Es como si los arqueólogos hubieran encontrado un lugar muy poco común que una vez estuvo habitado. En sentido figurado, Mather y Smoot pudieron descubrir qué había en ese entonces. Gracias a su ayuda podemos contemplar ahora reliquias de la época en que nació el universo, hace más de 13 mil millones de años", explica Nordgren.
John Mather, de 60 años de edad, trabaja actualmente en un centro de investigaciones de la NASA. George Smoot, de 61 años, es profesor de física en la universidad de Berkeley, California. Las investigaciones de ambos científicos confirieron una base de precisión científica a la cosmología. Razón de más para merecer el Premio Nobel de Física 2006, dotado con algo más de un millón de euros.