Suspenso en Opel hace crecer la presion política sobre Angela Merkel
22 de agosto de 2009El aplazamiento de la decisión en cuanto al futuro del fabricante de autos Opel trajo consigo una ola de reacciones críticas en Alemania. El ministro presidente Renania-Palatinado, Kurt Beck, demandó que la canciller Angela Merkel intervenga directamente a fin de definir el futuro de Opel. Dicho estado federado alemán es uno de los cuatro que cuentan con instalaciones del fabricante de vehículos.
"Aplazamiento inaceptable"
“Aquellos que llevaron a Opel a la crisis y que se atienen a los fondos millonarios de salvataje ahora pretenden aplazar la partida”, afimó Beck en un comunicado dado a conocer este sábado. El ministro de Economía de Renania-Palatinado, Hendrik Hening, se pronunció por que el Consejo de Administración de General Motors, organismo en el cual recae la decisión sobre el futuro de Opel, favorezca al consorcio austríaco-canadiense Magna.
Ambos funcionarios consideraron que la incertidumbre en torno del futuro de Opel debe terminar cuanto antes y consideraron “totalmente inaceptable” la prórroga de una definición al respecto.
Por su parte, Roland Koch, ministro presidente de Hesse, se dijo “abiertamente iracundo” por el aplazamiento de la decisión sobre Opel. En Hesse se encuentra la planta principal del consorcio automovilístico. “Todas las consideraciones objetivas entre General Motors y Magna han sido puestas sobre la mesa, de modo que es injustificable este aplazamiento”, dijo el funcionario.
El mismo tono se presentó en Düsseldorf, por parte del ministro presidente de Renania del Norte-Westfalia, Jürgen Rüttgers. “Esta prórroga constituye una carga insoportable para los trabajadores de Opel, así como para los sindicatos, los políticos y los contribuyentes. El Gobierno de Estados Unidos tiene la responsabilidad de superar la debilidad en el liderazgo de General Motors y propiciar de una vez por todas una decisión al respecto”, afirmó.
Cautela en el Gobierno federal
A nivel federal, el ministro de Economía, Karl-Theodor zu Guttenberg, lamentó la falta de una definición sobre quién se hará cargo de Opel. Guttemberg, sin embargo, se manifestó oprimista en cuanto a que existe espacio de negociación suficiente para lograr un acuerdo. El Gobierno federal alemán cuenta con que las negociaciones se reanudarán a principios de la semana entrante.
Magna pretende hacerse del control de Opel en coinversión junto con el banco ruso Sberbank y en asociación con el fabricante de autos ruso GAZ. Este concepto tiene como piedra angular la expansión del mercado ruso para un vehículo que sería conocido como “Nuevo Opel”.
En cambio, el grupo belga de inversores RHJI apuesta por el saneamiento de las finanzas de Opel y mantendría abierta la posibilidad de revender el consorcio a General Motors una vez que la operación sea de nuevo redituable.
Magna desea conservar las cuatro plantas de Opel en Alemania. En cualquier caso, esta opción podría dejar sin empleo de 3.000 a 26.000 personas, la mayoría de ellas en Bochum.
A su vez, RHJI pretende recortar casi 10.000 puestos de trabajo, cerca de 4.000 tan sólo en Alemania.
Tema preelectoral
A nivel político, la socialdemocracia se manifestó claramente a favor de Magna para el futuro de Opel. A juicio de candidato del SPD a la cancillería federal, Frank-Walter Steinmeier, “RHJI no presentó un concepto serio para Opel”, dijo a la agencia Reuters un colaborador del también ministro de Asuntos Exteriores.
Los liberales, en cambio, advirtieron sobre posibles peligros si Magna se hace cargo de Opel. “La preferencia unilateral hacia un inversor con intereses centrados en Rusia no le es útil ni a la empresa ni al contribuyente alemán”, dijo el presidente del FDP, Guido Westerwelle.
La canciller Angela Merkel y zu Guttenberg han manifestado simpatía por la opción de Magna. Pero mientras más tarde en llegar la decisión, mayor será la presión sobre la jefa de Gobierno a fin de que intervenga directamente.
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Editor: Enrique López Magallón