“Solo una minoría se une a la yihad”
25 de noviembre de 2015Deutsche Welle: Los terroristas de París eran personas que habían sido socializadas en Europa. ¿Qué atrae a jóvenes europeos del islam radical, del yihadismo?
Olivier Roy: Hay una frustración con respecto a la sociedad. Se trata de una juventud rebelde en busca de algo con lo que se pueda identificar. Cuando te unes a la yihad, te conviertes en un héroe. Apareces en las noticias. Todos hablan sobre ti. El hecho de que la gente te vaya a odiar no te importa, porque tú de por sí ya la odias. La yihad está en auge. Hace 30 años fue el auge de la extrema izquierda, de los movimientos revolucionarios. Pero la ideología de la izquierda radical es demasiado intelectual para estos jóvenes. Quieren algo más fuerte y quieren combatir.
¿Son algunas personas más propensas a radicalizarse?
En Francia muchas veces lo son los musulmanes de la segunda generación. Nacieron y crecieron en Occidente. No obstante, sus padres son originarios de países musulmanes. Estas personas tienen dificultades para transmitir su cultura y sus tradiciones. En muchos casos, los padres no transmitieron su cultura a sus hijos. Tampoco les dieron una formación religiosa. Por ello, tienen que empezar de cero.
Ellos se identifican con el salafismo, el islamismo, el fundamentalismo, porque se trata de religiones basadas en normas, con preceptos y prohibiciones. Además trazan una línea clara entre los fieles, es decir los “buenos”, y los infieles. Este último grupo también incluye a sus padres y a otros musulmanes. El salafismo los hace sentirse parte de una vanguardia o de una élite que salva el mundo.
Eso explicaría la radicalización religiosa, pero no la disposición a combatir y matar, incluso a suicidarse.
En absoluto. El radicalismo religioso no lleva automáticamente a la yihad. Finalmente solo una pequeña minoría se une a esta. Estas personas sienten una fascinación por la violencia y la muerte. Además hay una dimensión suicida y nihilista. En Europa no tratan de huir realmente tras un atentado. La mayoría de ellas muere en el lugar de los ataques. Cuando van a Siria se ofrecen voluntariamente para cometer atentados suicidas. Evidentemente estas personas tienen una cultura de la muerte.
¿Qué se puede hacer para evitar que los jóvenes se radicalicen?
El entorno social es muy importante. No obstante, la experiencia ha demostrado que cuando rebasan determinado punto, ya no es posible convencerlos. La única manera de logarlo es que experimenten personalmente el fracaso de su yihad. Cientos de yihadistas han regresado de Siria. Algunos probablemente cometieron allí crímenes terribles. Otros, en cambio, están decepcionados y le han dado la espalda a la yihad. Estas personas podrían jugar un papel importante para convencer a otros de que no vale la pena sacrificar su vida por esta lucha.