Simple, rápido, inalámbrico
13 de marzo de 2003La historia de la mayor feria de computación del mundo, la CeBit, ha estado plagada siempre de éxitos y fracasos. Muchos de los productos que algún día se presentaron con bombos y platillos en la muestra de Hanover, cayeron sin pena ni gloria en el olvido, ya sea porque el mercado no les dio cabida o porque los técnicos simplemente no pudieron cumplir lo que prometían los estrategas de publicidad. ¿Quién habla todavía de Internet vía satélite o de telefonear a través de Internet?
Quedémonos con esto último. A primera vista, todavía resulta sumamente tentadora la idea de hacer llamadas telefónicas a través de Internet. Uno podría hablar durante horas con alguien en cualquier lugar del mundo, sin tener que pagar más que los gastos habituales por el uso del sistema. Pero, desgraciadamente, Internet no está construida como la red telefónica: separa el contenido de archivos en pequeños paquetes, que se envían a través de diferentes canales y nódulos, y sólo vuelven a adquirir sentido cuando se recomponen al llegar al receptor. El intento de enviar mensajes hablados, de ida y vuelta, simultáneamente, fracasa debido a las características específicas del protocolo de transmisión de Internet.
El sueño de Bill Gates
Más rápido, más colorido, más pequeño: antiguamente podían resumirse así las tendencias exhibidas en la CeBIT. Sin embargo, la fórmula ya no tiene aplicación plena en la actualidad. Ciertamente aún se libra una carrera por el procesador más veloz, y los fanáticos de la tecnología presionan por ordenadores con mayor capacidad y más rapidez en la presentación de las gráficas en la pantalla. Pero cabe preguntarse: ¿Quién necesita realmente semejantes bólidos de gigahertz y pixels, que devoran cantidades monstruosas de energía, cuando en su oficina sólo debe procesar textos o hacer tablas de cálculos? Al menos en el ámbito económico se observa que los ciclos de renovación del parque de computadoras se han alargado considerablemente. Ese es uno de los aspectos que ha provocado la crisis en el campo del hardware.
La industria busca, desde hace tiempo, una salida: el PC había de volverse tan común como el televisor. La idea era que en cada hogar haya por lo menos uno, en lo posible en la sala de estar, con capacidades multimediales, como la de posibilitar la televisión interactiva y la reproducción de sonidos con alta fidelidad. Hace apenas unos años, la palabra clave era "convergencia". Se pretendía que la sala de la casa y la oficina se amalgamaran. Y Bill Gates sueña con que Microsoft maneje todos esos sistemas, imponiendo su software en cada teléfono celular, computadora de bolsillo o equipo estereofónico. Pero pocos de esos sueños se han vuelto realidad hasta la fecha.
Necesidades reales
Las tendencias de la actual CeBit se orientan más a las necesidades empresariales. Las empresas querrían, por ejemplo, que sus empleados pudieran comunicarse desde cualquier lugar en forma rápida y simple con la computadora central de la compañía. Igualmente desearían poder reemplazar sus sistemas de comunicación internos por redes inalámbricas, protegerse de ataques de virus, rebajar los costos de la tecnología informática o simplemente desembarazarse de todo el complejo asunto, dejándolo en manos de alguien que ofrezca tal servicio. Hoy en día hay soluciones para todas esas necesidades.
La tercera generación de teléfonos celulares (UMTS) probablemente saldrá al escenario en la segunda mitad del año, resolviendo el problema de los que trabajan fuera de la oficina. También las redes inalámbricas están maduras para prestar servicios, no sólo en la comunicación interna. Entretanto, mediante su laptop, un viajero puede entrar sin problemas y rápidamente en Internet desde el aeropuerto de Francfort o la estación de Colonia, lógicamente pagando.
Tras las bambalinas de la CeBIT, por otra parte, prosigue la eterna lucha de Microsoft contra el resto del mundo. Pero los temas principales de la feria, según sus organizadores, son la fusión de tecnologías, la comunicación de banda ancha, la comunicación móvil y la seguridad en la red, entre otros.