Se buscan alternativas en Irak
13 de abril de 2004En Berlín, el diario alemán Tagesspiegel pregunta: “¿Es Irak el Vietnam de Bush? Como en todas las comparaciones históricas, las objeciones son obvias: la guerra en Vietnam duró 18 años y costó la vida a 58.000 soldados estadounidenses. [...] Existe otra analogía más plausible pero no menos preocupante: Irak es el Líbano de Bush. En 1982, las tropas israelíes llegaron hasta Beirut y consiguieron la expulsión de la OLP. Sin embargo, el balance final fue negativo. La OLP se reorganizó, Hezbollah ganó nuevas fuerzas, y el odio contra Israel aumentó. Finalmente las tropas tuvieron que abandonar apresuradamente el Líbano, agotadas por los ataques y tiroteos diarios. Los estadounidenses dudan cada vez más. ¿Fue un error? Esta es la cuestión fundamental de la que nadie puede huir. ¿Sería mejor para el mundo tener a un dictador en Bagdad maltratando a su pueblo y llenando las fosas? Posiblemente habría que contestar afirmativamente.”
No tan grave
El matutino británico The Guardian opina: “La mayoría de los analistas en Irak sostiene que la situación se agravará antes de que mejore. Sin embargo, es importante no exagerar lo negativo y pasar por alto los indicios de que finalmente las cosas mejorarán. Según fuentes fiables, el marco general no es tan grave como lo pintan los últimos titulares. En la mayor parte de Irak sigue la vida sin disturbios violentos. [...] Todas las alternativas actuales son peores que el rumbo tomado por Tony Blair. Como única vía practicable sólo queda apoyarle, aunque sin ilusiones.”
Legitimidad y unidad
El rotativo noruego Aftenposten escribe: “Cada vez es más obvio que el presidente estadounidense, Bush, y su equipo no tuvieron un plan estratégico para lo que debería suceder política- y económicamente después de Saddam Hussein. La guerra desgasta al presidente y desgasta también la economía estadounidense. [...] Mientras continúen los combates en Irak no se puede reparar, modernizar, ni reconstruir la industria petrolera. A largo plazo, la meta clave para sacar el país a flote.
El primer ministro británico, Blair, advierte de no alegrarse del mal ajeno contra EEUU y sus aliados en Irak. Sin embargo, no se trata de alegría por el mal ajeno si se sostiene que la legitimidad y la unidad son las bases par el éxito de una contienda militar. Estas bases faltaron al comienzo de la guerra contra Irak. Ahora se paga el precio.”
Batalla contra el terrorismo
En Madrid, el diario español ABC opina: “Muchos en Occidente insisten en llamar resistencia iraquí a los actos de violencia y los secuestros. Es de suponer que cualquier superviviente de la resistencia francesa contra el nazismo sentiría repugnancia al ver asociado su movimiento de liberación con lo que los asesinos hacen en Irak. Porque es obvio que no son resistentes, sino terroristas. Y lo son porque se ceban en víctimas civiles, a las que no sólo someten a su voluntad, sino que instrumentan para chantajear a Gobiernos. Y es irrelevante para los secuestradores que estas Naciones no apoyaran la intervención militar. Tales son los casos de China o Alemania. [...]hoy se libra una batalla muy importante contra el terrorismo en Irak y es más necesario que nunca derrotarlo allí donde se produce.”