Sarkozy y Bruni, casados
2 de febrero de 2008El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se casó hoy con su novia, la ex modelo Carla Bruni, confirmó a la emisora Europe 1 el alcalde del distrito octavo de París, François Lebel, que consumó la boda en la primera planta del Palacio del Elíseo.
La novia vistió de blanco y se veía "hermosa", dijo el alcalde. Los padrinos de boda fueron Nicolas Bazire, directivo del grupo francés de artículos de lujo LVMH, y la portavoz del grupo italiano Prada, Mathilde Agnostelli.
La oficina presidencial no confirmó la noticia. "No hay comentarios", dijo el portavoz del Elíseo.
Sarkozy, que cumplió 52 años el 28 de enero, conoció a la cantante y ex modelo de origen italiano hacia fines del año pasado, pocas semanas después de haberse divorciado de su ex mujer Cécilia.
Los asesores, escépticos
Parece que el amor es más fuerte que los cálculos políticos y los consejos de los asesores del singular presidente de los franceses. En todo caso, Sarkoyz sigue remando contra la corriente.
La sentencia es unánime: el presidente francés, Nicolas Sarkozy, está en "caída libre", escribe el diario "Parisien", mientras que la revista "Le Point" titula: "Sarkozy: el problema".
Precisamente el mismo día en que los medios franceses anuncian que el presidente se ha casado por fin con su novia, la ex modelo Carla Bruni, la "Figaro Magazine" dio a conocer un sondeo del instituto de imagen TNS-Sofres que revela que apenas un 41 por ciento
de los franceses sigue confiando en su presidente.
En julio de 2007, poco después de asumir el cargo, Sarkozy contaba con la confianza de un 65 por ciento de la población.
Los asesores coinciden en la causa de esta caída: el mandatario está pagando las consecuencias de la difusión de una decena de glamourosas fotos de sus vacaciones en Oriente, en las que aparece del brazo con Bruni y ataviado con un Rolex en la muñeca y una cadenita de oro en el cuello.
“Un problema de imagen”
“Hay un problema de imagen", cita el diario "Le Monde" a uno de los más estrechos colaboradores de Sarkozy, Claude Géant, director de la oficina presidencial en el Elíseo.
El estudio de Sofres indica que la pérdida de confianza es particularmente aguda entre pobres y ancianos. Según la encuesta, el presidente también está pagando las consecuencias de no haber cumplido parte de sus promesas electorales.
Pérdida de empleo y falta de dinero encabezan una y otra vez la lista de preocupaciones de los franceses. Sarkozy prometió en campaña que se convertiría en "el presidente del poder adquisitivo".
Durante una reciente -y pomposa- conferencia de prensa en el Elíseo, el mensaje se modificó sensiblemente: "No puedo vaciar cajas vacías", fue la frase tajante con la que Sarkozy despachó las preguntas de los periodistas sobre el tema, para pasar minutos después a alimentar los rumores de una posible boda con Bruni: la relación "es seria", aseguró sonriente.
Cuando faltan cinco semanas para las elecciones comunales, Sarkozy se encuentra ahora en el punto de mira incluso entre sus propias filas. Política real, actividad y resultados del gobierno deben volver a ocupar el primer plano, reclamó el ex primer ministro Jean-Pierre Raffarin.
También críticas internas
La crítica interna también se dejó oír con fuerza desde el ámbito económico, en el que Sarkozy cuenta con poderosos amigos. Así, el director de Axa, Henri de Castries, ex miembro del equipo electoral de Sarkozy, rechazó de plano las recientes críticas del mandatario al Banco Central Europeo y a su presidente, Jean-Claude Trichet: "Soy 'fan' de Trichet", dijo Castries. "Sabe lo que hace".
La caída en las encuestas podría tener para Sakorzy consecuencias doblemente graves. El hecho de que él mismo se haya presentado alguna vez como "prueba nacional" podría volverse en su contra y proyectar una posible derrota de los conservadores en las comunales hacia un nivel más general.
El programa de reformas promovido por el presidente también parece enfrentar viento en contra. Sarkozy pudo sobreponerse a una huelga masiva de transportes en otoño (boreal) y avanzar con la reforma de las pensiones sólo porque tenía detrás de sí a una mayoría de la población.
Un mal desempeño en las elecciones, por último, podría debilitar a Sarkozy de cara a la presidencia rotativa de la Unión Europea que asumirá el segundo semestre del año. Algunos socios comunitarios ya miran con desconfianza al galo por controvertidas iniciativas como la
Unión Mediterránea.
El gobierno sigue alimentándose de las disputas internas por el liderazgo que consumen a los socialistas. Pero para el entorno de Sarkozy se anuncia trabajo duro.