Salud electrónica: el gran negocio del futuro
4 de noviembre de 2005Steve Case, fundador y ex gerente de America Online (AOL) es amigo de las palabras altisonantes. Ya con la fusión de AOL con Time Warner quería cambiar el mundo. Y ahora se lo propone nuevamente. "Cambiar el mundo no es trabajo de media jornada", dijo Case, y partió. Su intención es revolucionar el anquilosado sistema de salud estadounidense y transformarlo "de un aparato administrador de enfermedades en un E-Health Business". Porque está convencido de que será allí donde tenga lugar el próximo gran boom.
Amplio campo de acción
En total, se asigna un valor de por lo menos 320 mil millones de dólares al mercado de la salud. Un mercado que está a la espera de los "inversionistas adecuados". Entre ellos se cuenta Case, quien fundó en junio del 2005 el grupo Revolution Health, con ánimo de amasar nuevamente fortuna en un campo muy amplio.
Las áreas de acción abarcan los puntos tangenciales entre la medicina y la tecnología de las comunicaciones. Eso incluye la base electrónica para las conferencias médicas en las que, por ejemplo, un especialista que se encuentra en Estados Unidos puede consultar con un colega en Alemania lo que revela una radiografía. O el control computarizado de los datos vitales de un paciente que no yace en una cama de hospital sino en su casa. También se incluyen en este campo las prestaciones de servicios médicos vía internet y la proyectada puesta en red de los sistemas de salud.
Reparos en Alemania
En Alemania se piensa en introducir una tarjeta electrónica de salud, mediante la cual facilitar el flujo de información, mejorar la calidad de los tratamientos y abaratar costos. Para ello habrá que desarrollar modelos, transportar datos y adquirir el software y el hardware necesarios. "Naturalmente, Case tiene razón en que el mercado de la salud electrónica es gigantesco, sobre todo en un mercado empeñado en la eficiencia, como el estadounidense, confirma Stefan Heng, experto en comunicaciones del Deutsche Bank Research. Y añade: "eso funciona en general muy bien en todas partes, salvo en Alemania."
Las organizaciones médicas germanas no apoyan precisamente la idea de la tarjeta de salud. Plantean reparos en cuanto a la protección de los datos del paciente y al secreto médico. Con las cajas de seguro, la pugna se centra principalmente en el dinero. La industria electrónica está preocupada por la tardanza en la toma de decisiones, porque no quiere que el negocio se le escape de las manos. "En el punto en que confluyen la tecnología médica clásica y el área económica de la información y la comunicación, surge un mercado con grandes oportunidades de crecimiento", indica un amplio estudio presentado en octubre, que vuelve a darle la razón al emprendedor Steve Case.