¿Robots en miniatura para buscar gente atrapada?
Investigadores de la Universidad de Berkeley han desarrollado estas diminutas cucarachas mecánicas, diseñadas para rastrear supervivientes entre los escombros. ¿Serán capaces realmente de ayudar en las tareas de rescate?
Alta tecnología bajo el caparazón
Este robot parece una cochinilla de esas que se hacen una bolita al tocarlas. Aunque es un poco más grande, como la palma de una mano, es capaz de colarse por grietas, rendijas y agujeros. La idea que subyace es que, igual que una cucaracha, pueda deslizarse entre los escombros, por ejemplo después de un terremoto, para localizar supervivientes sepultados.
La superioridad de la naturaleza
¡No es mala idea! El problema es si un robot puede realmente imitar a las cucarachas. Estas se adaptan extremadamente bien, son muy resistentes y, aun así, su estructura corporal es increíblemente flexible. Por esta rendija no podría pasar el robot. Para la cucaracha, que ha conquistado prácticamente el mundo entero, es en cambio un juego de niños.
Cibercucaracha
Por eso tal vez es mejor la idea que tuvieron los investigadores de la Universidad de Tokio: equiparon a una cucaracha auténtica con una cámara y la conectaron a un microprocesador de control remoto. A través de pequeños electrodos en el cerebro, se puede influir sobre los movimientos del insecto.
Arañas gigantes en lugar de insectos minúsculos
Hasta el momento lo que se ha utilizado tras terremotos o catástrofes naturales no han sido pequeños insectos mecánicos, sino robots gigantes. La "araña de rescate" se utiliza los trabajos de desescombro para sacar a los sepultados tras el colapso de un edificio.
Tamaños definidos por el uso
Los robots de reconocimiento y manipulación de explosivos que usan la policía y los bomberos son diseñados tan resistentes como sea posible y tan pequeños como sea necesario. Deben ser capaces de agarrar objetos sin desequilibrarse y caer, y tan estrechos como para desplazarse por pasillos y corredores. Este robot fue utilizado en una operación antiterrorista en Bruselas a finales de 2015.
Pequeño, pero robusto
Este pequeño robot se utiliza sólo para labores de reconocimiento. Puede moverse por debajo de mesas y sillas, o pasar entre las piernas de los rehenes. Sus fabricantes lo han diseñado para que sea capaz de levantarse por sí mismo en caso de caer y quedar al revés. Para eso cuenta con un brazo extra. Sólo sería realmente insalvable para él un agujero profundo.
¡La fuerza lo es todo!
Este robot sirve para apagar fuegos en los que nadie puede entrar. Para sujetar la manguera a presión necesita mucha fuerza. Su diseño es lo más compacto posible. Pero, sin embargo, no es capaz de algo tan sencillo como abrir una puerta.
Localizador por radar
Los equipos de rescate no tienen tiempo que perder. Se trata de salvar vidas de forma rápida y la tecnología debe ser fiable. Este radar desarrollado por investigadores checos puede reconocer lo que está sucediendo detrás de la pared. En comparación con este tipo de tecnologías robustas, las cucarachas robóticas les debe parecer más bien un juguetito curioso.
Nada como el olfato canino
Rápido, fiable y ágil incluso en terrenos difíciles: no hay robot que pueda superar en el rastreo de supervivientes a un perro de salvamento. Los países con infraestructuras más deficientes son los que peor parados salen en caso de seísmo. Incluso en ellos, es posible con poco dinero tener preparados equipos de rescate con perros bien entrenados.