Robots, de gran ayuda en los asilos japoneses
Cada vez más, los robots se utilizan para dar cariño y ayudar a mover y levantar a los ancianos en los asilos japoneses. Las máquinas no son baratas, pero tienen buena acogida entre los residentes de los asilos.
Entrenando con el robot "Pepper"
La sociedad envejece, sobre todo en Japón. Se estima que un tercio de la población japonesa tendrá 65 años o más en 2035. Para poder cuidar mejor de las personas mayores, los asilos de Japón utilizan robots.
¡Derecha, izquierda, bien hecho!
En este asilo en Tokio, el robot "Pepper" entrena durante una hora a los residentes del centro. Con su voz electrónica, indica con mucho tacto a los participantes qué es lo que deben hacer: "¡Derecha, izquierda, bien hecho!". Pepper ya está funcionando en casi 500 asilos japoneses. No solo puede dar clases de deporte, sino también conversar sobre temas simples.
Jugando con Aibo
Los robots sustituyen en el asilo Shin-tomi a los animales domésticos con los que los ancianos pueden interactuar. En la imagen, una mujer está jugando con el perro robot Aibo. En este centro, los cuidadores usan 20 modelos diferentes para entretener a las personas. El Gobierno del país espera que este asilo sirva de modelo para otros centros, también en el extranjero.
Haciendo mimos a Paro
Este robot con apariencia de foca no solo tiene un pelaje suave, Paro también emite sonidos cuando lo acarician. Durante diez años se estuvo desarrollando este tipo de robots. Entretanto hay cinco mil robots focas en el mundo. De ellos, tres mil solo en Japón. El único inconveniente es el precio. En Japón cuesta 3.800 dólares y en Europa, 5.000.
Juguetes caros
Muchos centros japoneses financian estos caros amigos de juego con subvenciones gubernamentales. Los ancianos disfrutan de su compañía. Paro no solo reacciona ante las caricias, sino también ante el lenguaje y la luz. Entonces, mueve la cabeza, guiña los ojos o emite los sonidos típicos de una foca.
Con más fuerza gracias a un robot
Los robots no solo sirven para entretener a los residentes, sino que ayudan también a los cuidadores a la hora de movilizar o transportar a los ancianos, tal y como hace este "traje de músculos" de la imagen. Los cuidadores pueden levantar con más facilidad a los pacientes.
La rutina de los cuidadores es más fácil
Los trajes robot apoyan aportando fuerza. Eso es bueno para los ancianos, porque se sienten más seguros. Y también para los cuidadores, porque las máquinas impiden que tengan dolores de espalda provocados por el levantamiento y transporte de los pacientes.
Caminando con la ayuda de un robot
Los robots también ayudan a las personas mayores a volver a caminar, porque les ofrecen equilibrio y les muestran cómo colocar los pies. Pero el Gobierno japonés está convencido, a pesar de las ventajas, de que las máquinas no pueden sustituir a los seres humanos. Los robots ayudan a los cuidadores con la fuerza y la movilidad. Así estos disponen de más tiempo para realizar otras tareas.