Inminente rescate de mineros chilenos
12 de octubre de 2010
El presidente de Chile declaró el pasado lunes 11 de octubre que este miércoles "17 millones de chilenos vamos a compartir la alegría" por el rescate de los 33 obreros mineros que se encuentran atrapados en la Mina San José.
Desde hace más de dos meses los obreros están encerrados a 700 metros de profundidad, luego de un derrumbe en la mina ubicada en el desierto de Atacama. Para llegar hasta los mineros, se empleó una perforadora Schramm T-130, la cual fue enviada desde Alemania para realizar una delicada perforación de más de 600 metros sin provocar más derrumbes.
El pasado sábado 9 de octubre se reportó que la perforadora había alcanzado a los 33 obreros y dos días después, desde Quito, Ecuador, Piñera anunció la salida de ellos para este miércoles y que esa alegría "será compartida por el mundo entero".
Declaró además que "de las entrañas de las montañas van a ver nuevamente el sol" y añadió que toda la situación reafirma "el espíritu de la unidad, de la fuerza, de la fe y la esperanza".
Alegría y nervios
Campamento Esperanza es el nombre que se le dio a la instalación provisional a partir de la cual se realizaron todos los esfuerzos por rescatar a los obreros, cuya situación captó la atención mundial.
El nerviosismo y los planes de celebración han sido centrales en las más recientes comunicaciones entre los mineros y sus familiares. La última fase de la operación de rescate será lanzada por el gobierno chileno la medianoche de este martes. El plan consiste en enviar una cápsula de hierro a través de un ducto de 622 metros de largo, para que luego los mineros se introduzcan en ella uno a uno y sean llevados hasta la superficie.
El trabajo se ha hecho con tres perforadas, pero la T-130 es la que logró llegar hasta donde se encuentran. El trabajo para sacarlos no está libre de complicaciones, pues para llevar hasta ellos la cápsula se requiere la instalación de tubos de acero.
Ya se han hecho pruebas con la cápsula y han arrojado resultados positivos. Roxana Gómez, hija de Mario Gómez, el más veterano de los obreros atrapados, dijo estar "contenta" a la agencia noticiosa Reuters, "pero muy nerviosa porque se viene un rescate largo y hay que tener mucho cuidado. Él no tiene temor, pero sí está nervioso. Quiero abrazar a mi papá".
De acuerdo con los planes de extracción, en primer lugar saldrán los obreros más hábiles, quienes podrían ayudar a corregir algún problema, luego los que estén más débiles físicamente y finalmente los más fuertes.
Alberto Segovia, dijo que su hermano Darío, de uno de los obreros atrapados, "está muy contento, pero muy, muy nervioso; no quiere ser el primero, porque tiene miedo. Nadie quiere ser el primero".
Autor: Vinicio Chacón / Agencias
Editor: José Ospina-Valencia