1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Renovación inconclusa

20 de agosto de 2002

Alentada por su ventaja en las encuestas, la Unión Cristiano Demócrata-Cristiano Social se muestra segura de la victoria. De lograrla, Edmund Stoiber sería el primer bávaro en llegar a la Cancillería en Alemania.

https://p.dw.com/p/2ZgM
Stoiber, bebiendo cerveza en un jarro bávaro con el rostro de Strauß.Imagen: AP

La Unión Cristianodemócrata-Cristianosocial (CDU/CSU) ha renacido de sus propias cenizas políticas, tras los perdidos comicios de 1998 y el posterior escándalo de las cuentas secretas paralelas que derribó de su pedestal al patriarca de décadas, Helmut Kohl. El mérito principal de esta rápida resurrección no recae sobre su actual abanderado electoral, Edmund Stoiber. Fue la presidenta del partido, Angela Merckel, quien en el momento decisivo se erigió como una figura capaz de aglutinar y de cortar el cordón umbilical con el otrora todopoderoso Kohl.

Restaurar la imagen de la colectividad fue la principal tarea en los primeros meses que pasaron los demócratacristianos en la oposición, después de más de 16 años de gobierno. Nuevos rostros aparecieron en la cúpula, junto a una presidenta hábil en el manejo político, a la que muchos subestimaron. Sin embargo, a la hora de las decisiones, comenzó a quedar de manifiesto que la renovación no tuvo un alcance más profundo. En la disputa interna por la candidatura a canciller, terminó imponiéndose Stoiber, en un proceso que careció de toda transparencia ante la opinión pública. Lo avalaba su gestión como primer ministro de Baviera y el aparato tradicional del partido.

La dinastía bávara

La carrera de Edmund Stoiber se enmarca en la dinastía que en su tiempo erigió el líder conservador Franz Josef Strauß y que ha mantenido a la CSU en el poder en Múnich por décadas, en forma ininterrumpida. El desaparecido jerarca bávaro, de provocativa retórica y gran influencia a nivel nacional, intentó también conquistar la jefatura del gobierno federal, pero sin éxito. Su heredero político podría conseguirlo ahora, acabando con el papel tradicional de su partido bávaro: el de "hermano menor" de la CDU.

Ambas colectividades democristianas no han hablado siempre al unísono; pero ahora su campaña electoral ha sido un ejemplo de cohesión. Es un aspecto que favorece también sus aspiraciones de retornar al gobierno y que se plasma en la configuración del equipo que probablemente integraría el gabinete si Stoiber gana las elecciones.

Viejos conocidos

Una mirada a este grupo confirma, sin embargo, que la CDU/CSU todavía no logra desprenderse del pasado. Muchos de sus miembros ocuparon cargos ministeriales en tiempos de Kohl, como el ex ministro de Salud, Horst Seehofer, o el antiguo titular de la cartera del Interior, Wolfgang Schäuble, considerado antaño como el cerebro gris de los conservadores.

La única verdadera novedad en esta especie de "gabinete fantasma" fue la inclusión de la joven parlamentaria Katherina Reiche, de 28 años, como experta en política familiar. La innovación provocó sin embargo fricciones en el ala más tradicional, por tratarse de una mujer que espera un hijo en unión libre. Quizá por eso su figura ha pasado a segundo plano e incluso se le han escuchado últimamente declaraciones que contrarrestan su imagen liberal, como las críticas formuladas en una entrevista al matrimonio de homosexuales.

En suma, ni la Unión Cristianodemócrata-Cristiano Social ni su equipo tienen un sello renovador. Pero quizá no sea eso lo que se espera del conglomerado conservador, cuyo programa electoral lleva el lema de "rendimiento y seguridad".