Regensburg: patrimonio de la humanidad
13 de julio de 2006Dos décadas aguardó Regensburg o Ratisbona, a ser encumbrada al olimpo cultural de la humanidad y a hacerse del predicado de "valor universal extraordinario".
Hoy finalmente fue ingresada en la lista selecta por decisión unánime del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Fundada en 179 de nuestra era por el Emperador Marco Aurelio al norte del Danubio, como base para un regimiento de 6.000 soldados, se convirtió hacia el Medioevo en el centro político del Imperio Sacro Romano. De la época de Aurelio queda como vestigio la Porta Praetoria que daba entrada a la ciudad desde el flanco norte.
Pero esta impresionante puerta es sólo uno de cerca de 1.400 monumentos arquitectónicos que concentra la ciudad. En el Medioevo se convirtió gracias al comercio, en una de las ciudades más ricas y grandes de Alemania. Hasta 1806 fue sede del Impero Germánico.
Casco viejo intacto
Regensburg no se benefició de la industrialización, hecho que la salvó durante la Segunda Guerra Mundial de convertirse en objetivo de bombardeos. El casco viejo de la ciudad está casi intacto y conserva abundante arquitectura románica y gótica en perfecto estado.
Los dos grandes símbolos de la ciudad son la Catedral de San Pedro y el puente de piedra que cruza el Danubio. Construido en 1146 era ya entonces una maravilla mundial. También sus 20 torres patricias construidas a pedido de ricos comerciantes, e inspiradas en la arquitectura de la Toscana del Medioevo, son únicas en Alemania.
Fue hasta la fundación en 1967 de la Universidad de Ratisbona y la apertura de la fábrica de BMW en 1986 cuando la ciudad despertó de un profundo sueño. Hoy se presenta en su esplendor total y el reconocimiento por parte de la UNESCO podría dar mayor impulso a la bella ciudad.
Una ciudad vigorosa
La decisión de la UNESCO causó emoción y alegría. Se espera que el ingreso en esta lista incremente el número de visitantes a la ciudad. Muchos turistas planean sus rutas inspirados en la lista de la UNESCO. La nominación significa además posibles apoyos financieros por parte de la Unión Europea.
Por lo demás el título no cambia mucho el compromiso a cuidar los monumentos. Los responsables de la ciudad han indicado que su esfuerzo seguirá encaminado a que la ciudad vieja siga siendo una zona activa de vivienda y no escenario para turistas.
Con Ratisbona ascienden a 32 las ciudades y monumentos alemanes en la lista del Patrimonio de la Humanidad, después de que en 1981 ingresara la catedral de Aquisgrán (Aachen).