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Reforma de la UE: del dicho político al hecho jurídico

Emilia Rojas/Agencias23 de julio de 2007

Los ministros de Exteriores de la UE inauguraron una conferencia gubernamental para redactar el Tratado de Reforma al que quedó reducida la idea inicial de la Constitución europea.

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El optimismo impera al inicio de la conferencia para afinar la reforma de la UE.Imagen: AP

Los puntos claves ya fueron definidos en una maratónica cumbre, al término de la presidencia alemana de la Unión Europea. La conferencia gubernamental inaugurada ahora en Bruselas tiene, sin embargo, un arduo trabajo por delante. Se trata de “plasmar los acuerdos políticos en el lenguaje legal que necesitamos para que el Tratado de Reforma pase al proceso de ratificación por parte de los Estados miembros”, según lo expresó el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank Walter Steinmeier.

El factor polaco

Muchas concesiones se han hecho para posibilitar el consenso, comenzando por la de renunciar a una Constitución propiamente tal para la UE. Las metas ahora son más modestas, pero también más pragmáticas, lo cual debería facilitar las cosas para permitir que la UE siga teniendo capacidad de maniobra pese al aumento de miembros. No obstante, nadie se atreve a descartar que por el camino puedan surgir problemas.

Sin ir más lejos, la ministra de Relaciones Exteriores polaca sembró este lunes cierta confusión en Bruselas, con declaraciones sobre el deseo de “aclarar” aspectos de la Carta de los Derechos Fundamentales, para ver si eran compatibles con la legislación Nacional. En cambio, Polonia parece haberse conformado con los mecanismos acordados para la toma de decisiones. Por lo menos, según la agencia de noticias polaca PAP, ya no insistirá en la posibilidad de bloquear por dos años una moción aprobada con la mayoría necesaria.

Claro mandato

Sea como fuere, en Bruselas todos se han esmerado en destacar que Polonia ha asumido una actitud “constructiva”. Al mismo tiempo, se ha hecho hincapié en que no es hora de desatar ningún paquete, ni de volver a negociar lo ya negociado. “Se trata de respetar plenamente el mandato, muy claramente definido”, subrayó el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. El ministro de Relaciones Exteriores de Portugal -país que ocupa la presidencia de turno de la UE- coincide con esa apreciación, pero matizó: “no quiero descartar que pueda surgir todavía algún problema político. Seguramente tendremos algunas discusiones políticas. Pero no ahora. Cada país miembro tiene el compromiso de respetar el mandato”.

La pista, efectivamente, se ha trazado claramente, aunque la meta es ambiciosa. La intención es tener listo el documento hasta la cumbre que se celebrará en Lisboa el 18 y 19 de octubre, de manera que el Tratado de Reforma pueda ser suscrito todavía antes de fines de año. De este modo, los países miembros de la UE tendrían tiempo suficiente para ratificarlo antes de las elecciones del Parlamento Europeo, a realizarse el año 2009.