Redoblar esfuerzos en Afganistán
8 de febrero de 2009En esta edición número 45 de la Conferencia de Seguridad de Múnich, Estados Unidos presentó un nuevo rostro al mundo en el ámbito de la política exterior. No sólo tendió la mano a Irán, aunque con condiciones, y buscó allanar el camino en las relaciones con Rusia, también reconoció errores cometidos en Afganistán.
En el encuentro de Múnich, en el que participaron unos 300 políticos y expertos de más de 50 países, entre ellos más de una docena de jefes de Estado y de gobierno, Estados Unidos aseguró que reexaminará su estrategia en Afganistán y Pakistán y para ello espera el consejo de sus socios extranjeros.
Errores en Afganistán
El nuevo asesor de seguridad de Washington, James Jones, reconoció abiertamente y por primera vez que su país y la comunidad internacional cometieron errores en su política hacia Afganistán y pidió un cambio de estrategia política.
Tanto la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como el conjunto de la comunidad internacional detectaron demasiado tarde la dimensión de los problemas en la región e impulsaron con retraso el desarrollo del cuerpo policial y del sistema judicial. "Ahora estamos pagando su precio", dijo.
"Nos hemos concentrado demasiado en la parte militar. Eso es importante, pero no es lo único", admitió. Sin embargo, se descuidaron otros campos como la lucha contra la producción de drogas y la coordinación internacional de la misión en Afganistán.
Ese país seguirá asediado por problemas como las drogas y el terrorismo si la comunidad internacional no actúa coordinadamente para evitar los errores cometidos en los últimos años, coincidieron Jones y el resto de los políticos y expertos reunidos en la ciudad alemana.
"Creo que hemos comprendido poco a poco que los problemas en Afganistán no afectan a un solo país, sino que se trata de un problema regional", subrayó.
Sin embargo, Estados Unidos sabe que siete años después de la ofensiva en Afganistán, el camino aún es largo y la lucha que habrán de librar contra el terrorismo los cerca de 55.000 efectivos de las tropas internacionales (ISAF) comandadas por la OTAN, se prolongará más de lo previsto, como explicó el nuevo enviado especial para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke.
Por ello, el comandante en jefe de Estados Unidos en Afganistán, David Petraeus, instó a "cada país" a aumentar sus capacidades militares en ese país. Así, no sólo pidió refuerzos a la ISAF, tanto económicos como humanos, sino cualquier aportación adicional en aviones, unidades de información, tutores policiales, etc.
Fortalecer a la OTAN
En la misma línea que otros líderes políticos presentes en la conferencia, Joe Biden, vicepresidente estadounidense, abogó por un replanteamiento de la OTAN, que el 4 de abril cumple 60 años.
Estados Unidos busca una OTAN lo más flexible posible, capaz de actuar al mismo nivel que Washington, recalcó.
Los políticos y diplomáticos presentes en Múnich, entre los que se contaron la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, el presidente afgano, Hamid Karzai, y el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Schaeffer, concordaron en que las nuevas condiciones de la política internacional abren nuevas posibilidades de acción conjunta.
Mientras, en Europa crece la noción de que la OTAN necesita con urgencia una estrategia nueva, como lo manifestaron también la jefa de gobierno alemán, Angela Merkel, y el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.
En relación con Afganistán los participantes coincidieron en su preocupación de que a siete años de iniciada la misión militar occidental en tierra afgana, los extremistas talibanes hayan cobrado más fuerza.
Pero aún cuando hubo consenso en que la estrategia para Afganistán debe someterse a examen, no hubo propuestas concretas por parte europea en la reunión de Múnich.