Los emprendimientos cuentan con el apoyo de la sociedad civil para solventar su financiamiento. Muchos ven en ellos la clave para mantener la paz en el país. Tras la firma del acuerdo de paz entre la exguerrilla de las FARC y el gobierno de Colombia, miles de exguerrilleros viven hoy en los llamados Espacios Territoriales de Capacitación y Reinserción. Las comunidades habilitadas por el gobierno les permiten a los excombatientes desarrollar habilidades para su reincorporación a la sociedad civil. Varios proyectos productivos se han generado en estos espacios para asegurar el sustento a los exguerrilleros y a sus familias. Pero sin el apoyo financiero del gobierno para los negocios autogestionados, las incipientes cooperativas afrontan las mismas dificultades que cualquier otro emprendimiento sin el respaldo económico necesario. La cerveza artesanal "La Roja” y la marca de ropa "Manifiesta” representan dos productos elaborados por excombatientes y que gozan de una alta demanda. Pero la falta de recursos les impiden a las cooperativas crecer para poder mantener a sus miembros. La sociedad civil se ha convertido en el principal apoyo de los nuevos emprendedores. Un maestro cervecero capacitó a los fabricantes de "La Roja”, mientras que jóvenes estudiantes de Bogotá han proporcionado a los excombatientes textileros los conocimientos necesarios y la logística de distribución para vender su ropa en las ciudades. Ante la amenaza de la economía informal y el narcotráfico, los proyectos productivos se convierten en una crucial alternativa económica para los excombatientes. Pero altos líderes de la exguerrilla han vuelto a las armas, poniendo en jaque la implementación del acuerdo. Los expertos coinciden en que el éxito de los proyectos productivos es vital para que se pueda mantener la paz de Colombia.