Presidente alemán: "No hay punto final"
8 de mayo de 2005"Nosotros, los alemanes, miramos hacia atrás con espanto y vergüenza", dijo el presidente Köhler en el discurso que pronunció ante el Bundestag, con motivo del sexagésimo aniversario de la capitulación de la Alemania nazi. "Tenemos la responsabilidad de mantener vivo el recuerdo de todo ese sufrimiento y debemos velar porque jamás se repita", indicó el jefe de Estado germano, subrayando que "no hay un punto final".
Evolución profunda
Köhler destacó, sin embargo, que es "motivo de alegría y gratitud" el hecho de que Alemania haya cambiado, no sólo exteriormente, sino también en su interior, en los últimos 60 años. "Ese agradecimiento lo debemos, sobre todo, a los pueblos que derrotaron a Alemania y la liberaron del nacionalsocialismo", indicó, agregando que "ellos dieron una oportunidad a los alemanes después de la guerra".
Sin olvidar las secuelas de la división de Europa y Alemania que trajo la guerra, el presidente se mostró orgulloso de la evolución experimentada por el país, que hoy es "respetado" en el mundo. No ocultó en este contexto que existen también todavía incorregibles, que desean el retorno de la extrema derecha y el racismo, pero enfatizó que ellos "no tienen ninguna posibilidad" de imponerse.
Schröder en Moscú
También el canciller alemán, quien viajó a Moscú para participar en la ceremonia con que Rusia celebra este lunes el aniversario del término de la guerra, señaló que el 8 de mayo de 1945 fue sobre todo, el día de la liberación de la dictadura de Hitler. En un artículo del periódico Komsomolskaya Prawda, recordó a los más de 27 millones de muertos soviéticos que dejó la II Guerra Mundial. Ante este trasfondo, calificó de un gesto de generosidad que se le brinde la oportunidad de participar en los actos conmemorativos de Moscú.