1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Pegida: antiislámicos en Alemania

Dennis Stute (CP/ PK)9 de diciembre de 2014

Los miembros de Pegida se manifiestan “contra la islamización de Occidente”, y cuentan con cada vez más adeptos. ¿Cuáles son los objetivos de la organización xenófoba Pegida, y quiénes son sus miembros?

https://p.dw.com/p/1E1WK
Imagen: picture-alliance/dpa/Caroline Seidel

Hace cerca de un mes, la ciudad de Colonia vivió la primer manifestación de “Hooligans contra salafistas”. Aproximadamente 4.000 hinchas violentos, mezclados con neonazis desbordaron la capacidad policial en la ciudad a orillas del Rin. En el día de ayer (8.12.2014), el grupo “Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente” (Pegida, por su sigla en alemán) congregó a 10.000 personas en las calles de Dresde, en el este del país. El estallido de estos grupos desató la alarma de los responsables de la clase política, tanto a escala federal como en los Estados afectados.

La canciller alemana y líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Angela Merkel, dijo este martes estar comprometida con la lucha tanto contra los movimientos islamófobos como contra quienes predican el islamismo radical o se adhieren al yihadismo. El ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas, por su parte, señaló, refiriéndose a las manifestaciones de extrema derecha, que “también en el disenso político hay límites. Todos los partidos políticos deben distanciarse claramente de estas protestas”. En la noche de ayer, también miles de ciudadanos se manifestaron contra Pegida. Este grupo "alimenta prejuicios y miedos mediante el acoso xenófobo y la propaganda islamófoba", denunció el presidente de la conferencia permanente de ministros del Interior, Ralf Jäger, en el diario Neue Osnabrücker Zeitung. Wolfgang Bosbach, experto en Política Interior de la CDU, advirtió de “no dejarse instrumentalizar para objetivos políticos extremos”.

¿Qué es “Pegida”?

Los “Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente” se manifiestan desde mitades de octubre todos los lunes contra lo que ellos consideran que es el islamismo, el abuso del derecho de asilo y la amenaza a la cultura alemana. Para defender sus reclamos, no utilizan abiertamente lemas racistas, sino otros, como “Sin violencia y unidos contra guerras religiosas en suelo alemán”. La organización ordena a sus miembros no hablar con los medios. Las protestas comenzaron con algunos cientos de manifestantes, y a comienzos de diciembre ya eran más de 7.500.

¿Son los líderes en realidad neonazis?

Parecería que no. Según informa la Oficina de Cultura de Sajonia, que se encarga de vigilar a la escena neonazi en Alemania, las manifestaciones no son organizadas por personas de la extrema derecha, sino por ciudadanos entre los cuales se identificaron incluso a algunos exmiembros del Partido Demócrata Liberal (FDP). Los organizadores se distancian también explícitamente de las corrientes neonazis. Sin embargo, actualmente algunos miembros de la escena de extrema derecha también participan de las manifestaciones. El fundador del movimiento Pegida, Lutz Bachmann, dejó abierta la pregunta del diario Sächsische Zeitung sobre si le molesta que los neonazis también tomen parte en las protestas. En lugar de responderla, se remitió a citar el marco legal en Alemania, según el cual no se puede prohibir a nadie participar en manifestaciones.

Manifestación de Pegida en Düsseldorf.
Manifestación de Pegida en Düsseldorf.Imagen: picture-alliance/dpa/Caroline Seidel

¿Quién organiza a los manifestantes?

Según informa Pegida, un “equipo organizador de 12 personas” decide acerca de los contenidos en el grupo, que planea registrarse como asociación registrada y con capacidad jurídica. Comenzó como un grupo en Facebook, y hace poco salió a la luz públicamente, sobre todo Lutz Bachmann, que frecuentemente aparece como orador en las manifestaciones. Bachmann, sin embargo, rechaza casi siempre dar entrevistas y no respondió a una pregunta que le planteó Deutsche Welle. Es responsable de una “agencia fotográfica y de Relaciones Públicas” cuya página web ofrece “desde fotos de casamiento hasta fotografías para la prensa y artísticas”. De acuerdo con investigaciones del Sächsische Zeitung, Bachmann, que pregona “cero tolerancia hacia inmigrantes que caen en la delincuencia”, cumple una condena de libertad condicional por comercio con drogas. Además, en el pasado cometió delitos de asalto, robo, falsa acusación e instigación a prestar declaración falsa, incumplimiento de la obligación alimentaria, ebriedad al volante y agresión física.

¿Quién participa de las manifestaciones?

Aunque no se puede negar que haya habido neonazis y otros grupos, como los hooligans de extrema derecha o los “rockers” en las protestas, una gran parte de los manifestantes de Pegida son, al parecer, simples ciudadanos. “Observamos que hay gente de las capas más bajas de la población, empresarios y mucha gente afín al fútbol”, explicó Danilo Starosta, de la Oficina de Cultura de Sajonia. Los organizadores de Pegida han logrado movilizar gente más allá de los círculos radicales de derecha.

¿Podría tener éxito el concepto en otros lugares de Alemania?

Se especula con que sí. En varias ciudades se formaron grupos en Facebook que siguen el modelo de Pegida, y eso podría albergar un gran potencial. Según estudios, hasta un 25 por ciento de los alemanes son propensos a las ideas del populismo de derecha. Pero, al contrario que en Gran Bretaña y Francia, solo una pequeña parte de la población alemana estaría dispuesta a votar a esos partidos o a salir a la calle a manifestar ideas de ese tipo. En cuanto a cuántas personas de ese grupo podrían ser movilizadas en otras ciudades a participar en protestas, Alexander Häusler, del Departamento de Investigación de Ideas Neonazis de la Escuela Superior de Düsseldorf, opina que eso depende de dos factores: “en primer lugar, que dejen en claro públicamente que no se trata de una organización radical de derecha, y, en segundo, que creen una estructura que aúne las protestas más allá del marco local de Dresde.”