Opinión: Con la calma de un campeón
28 de noviembre de 2016
…Y luego perdió el control. Después de cruzar la meta, Nico Rosberg fue presa de la emoción desatada por el recién obtenido título mundial. A los 31 años, por fin levantó sus brazos y gritó de júbilo. Ese fue el momento más conmovedor de una turbulenta temporada de Fórmula Uno. Rosberg debió esperar hasta la última carrera; aunque, a decir verdad, el primer puesto de la clasificación no corrió peligro en ningún momento.
El piloto de Mercedes siempre tuvo todo bajo control. En Estados Unidos, México y Brasil llegó a la meta pisándole los talones al británico Lewis Hamilton. Rosberg se mantuvo detrás sin arriesgarse. ¿Por qué habría de hacerlo? En la última carrera en Abu Dabi, sin embargo, respondió a los juegos tácticos de su compañero de equipo: ese fue el momento decisivo para atreverse.
Rosberg es de clase mundial
Fue en la vigésima vuelta de la carrera que Rosberg tomó su destino en sus propias manos y sobrepasó al holandés Max Verstappen en una curva. Fue una maniobra de clase mundial, ya que no estuvo exenta de peligros. En carreras anteriores, Verstappen provocó la ira de sus colegas con su forma dura y a veces descontrolada de conducir. Pese a ello, Rosberg lo intentó y obtuvo su recompensa.
El piloto germano-finlandés demostró que tiene más que merecido ser el campeón mundial. Con estilo y destreza, Rosberg defendió su ventaja en la fase de cierre del año. Nunca se sobreexcitó y actuó siempre con mesura. Las provocaciones de su compañero de equipo británico y rival del campeonato mundial parecían dejarlo indiferente. Rosberg se enfocó y concentró en su único objetivo: el campeonato.
Un título que da esperanza
Para él, éste es un sueño de infancia, una aspiración largamente acariciada que ahora se ha hecho realidad. “Ahora sólo quiero celebrar y divertirme un poco”, dijo Rosberg después de su coronación. Este título, el primero de Rosberg, probablemente también le dará esperanzas a los fanáticos de la Fórmula Uno: después de cuatro títulos consecutivos conquistados por Sebastian Vettel y dos por Hamilton –quien fue criticado frecuentemente este año por protagonizar carreras aburridas–, es evidente que hay otros pilotos dignos de atención y que las cosas pueden ser distintas.
Autor: Thomas Klein (MN/ERC)