Opinión: Berlín es más fuerte que el odio
28 de mayo de 2018La libertad de expresión es parte de la democracia. Demostraciones y protestas son manifestaciones de conflictos políticos. Y en la historia de la República Federal de Alemania, las épocas de manifestaciones masivas fueron al mismo tiempo momentos de decisiones políticas y, de paso, años de alta participación electoral.
Decenas de miles de personas se manifestaron el domingo 27 de mayo en Berlín. Contra el islam, contra Merkel y contra los refugiados por un lado. Mientras que, por otra parte, se manifestaban por una sociedad abierta. La Policía habló de cinco mil adherentes por el lado de AfD, y de 25 mil participantes en las manifestaciones convocados por los contrarios a la extrema derecha alemana, donde se vieron muchos más jóvenes.
La convocatoria de AfD se basó en el llamado de "resistencia, resistencia”, grito que se escuchó una y otra vez durante la manifestación, que duró tres horas. La diputada de AfD, Beatrix von Storch, pidió quitar sus pasaportes a los alemanes con pasaporte alemán e hijos de inmigrantes. Por su parte, el líder de la agrupación política, Jörg Meuthen, llamó a Merkel "alta sacerdotisa del cinismo en el poder” y se quejó de la "violación de nuestra cultura” en su discurso. Además de mencionar una y otra vez la frase "Fuera el islam”. Es decir, pidió resistirse a una sociedad tolerante y plural.
Y luego se escucharon las campanas de la libertad
Decenas de miles se opusieron a la protesta de AfD. En diferentes partes de la ciudad los contramanifestantes expusieron su postura con entusiasmo y creatividad, y también con rabia y contraataques para hacer frente al racismo y a la exclusión, luchando por una sociedad colorida y abierta. "Berlín es más fuerte”, decían sobre esa ciudad abierta, colorida, a veces demasiado ruidosa y molesta, que mostró que sí es más fuerte con un "Carnaval de culturas”, una protesta en su mayoría alegre, pero clara: "Sacar el nacionalismo de las cabezas”. Aquí la sociedad se puso de pie para demostrar que no quiere eliminar la diversidad.
Las demostraciones y contramanifestaciones son esenciales para la democracia. Una disputa que el país aguantó y debe soportar. También es probable que la Policía agradezca que no hubiera mayores problemas, tal como dijo el portavoz de esa institución. En un día húmedo y caluroso, las fuerzas de diferentes partes de Alemania hicieron posible el encuentro de la oposición política, así como la lucha que pertenece a la democracia. Cuando las voces chillonas de los portavoces de AfD se callaron y el clamor de los contramanifestantes se desvaneció, la campana de la libertad sonó en el Tiergarten. Esa es la imagen, para nada mala, de este día.
Autor: Christoph Strack (MN/CP)
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