ONU/Líbano: Europa titubea
18 de agosto de 2006Se trata de reforzar la Fuerza Provisional de la ONU en el sur del Líbano (FPNUL) enviando lo antes posible a 3.500 soldados.
La FPNUL existe desde 1978 y actualmente cuenta con 2.000 efectivos procedentes de ocho países. Esto no alcanza, según la ONU.
Así, la resolución 1701 encarga a la FPNUL la ayuda al ejército libanés para restablecer la autoridad del gobierno central en el sur del país. Para cumplir el mandato original de los cascos azules se prevé una presencia de 15.000 soldados, además de otros tantos libaneses.
Europa defrauda
Cuando se decidió la creación de la FNPUL en sólo tres días llegaron los primeros soldados a la zona. Pero en esta ocasión, a una semana de aprobada la resolución 1701, la poca disponibilidad de enviar soldados no parece notable.
Los expertos se muestran especialmente decepcionados ante Francia, artífice europea detrás del fin de las hostilidades. Mientras que había anunciado 2.000 soldados, ahora sólo confirma el envío de 200. También Italia da marcha atrás.
Alemania dejó claro que no enviará tropas de tierra que podrían participar en combates. A cambio ofrece patrullas marinas, un buque sanitario, apoyo logístico y tal vez controles fronterizos.
Incertidumbre sobre mandato
Los motivos por la cautela alemana se explican a partir del pasado nazi. La actitud de los otros países europeos, en cambio, tiene claro motivos militares. Especialmente París reclama la definición exacta del futuro mandato de la FNPUL.
Si la presencia se debe limitar a labores de control con derecho a autodefensa, los expertos temen que la misión seguirá fracasando como lo ha hecho hasta la fecha.
Pero si se pretende desarmar a grupos que operan en la zona, incluso por la fuerza, entonces realmente se requiere el "mandato robusto", del cual se habla últimamente.
Evitar enfrentamientos
La pregunta que se hacen los expertos militares es en qué medida la FNPUL realmente quiere dar el paso hacia el desarme de Hizbolá, arriesgando así un enfrentamiento armado.
Ninguna de las naciones que ofrecen soldados a esta misión de la ONU desea nuevas confrontaciones. Todos han visto el fracaso de Israel en el intento. Tampoco se sabe a ciencia cierta si el ejército libanés sería capaz de hacerlo, ni siquiera, si tiene la voluntad de dar este paso.
Efectivamente, el precio de un procedimiento más ejecutivo en términos militares puede ser elevado. Ninguna nación parece dispuesta a enviar fuerzas de paz que acaben involucradas en una nueva guerra.
Así las cosas, los analistas tienen una sola certeza. Independientemente de cómo se componga al final la FNPUL, no se divisa una solución de los problemas en el sur del Líbano ni de Hizbolá. Para ello se requiere una solución libanesa que hasta la fecha ha sido imposible.