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Otro detenido

1 de febrero de 2012

Las autoridades detuvieron en Alemania a un nuevo sospechoso de estar relacionado con la célula neonazi destapada en noviembre y acusada de una decena de asesinatos. El hombre podría haber contribuido a las muertes.

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En esta casa de Düsseldorf fue detenido Carsten S.
En este edificio de Düsseldorf fue detenido Carsten S.Imagen: picture-alliance/dpa

Fueron tropas de la unidad policial de elite GSG 9 las que tomaron preso este miércoles (01.02.2012) en Düsseldorf, en el noroeste de Alemania, a Carsten S. Sobre este hombre de 31 años pesa la acusación de complicidad en al menos seis asesinatos y en un intento no consumado.

En 2001 o 2002, el sospechoso habría puesto a disposición del grupo neonazi autodenominado Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU) el arma de fuego y la munición de las que se sirvieron los ultraderechistas para proseguir con su campaña de muertes, iniciada en 2000 y finalizada en 2007 tras haberle costado la vida a nueve inmigrantes y a una mujer policía.

Conociendo la repercusión de los hechos

Según la Fiscalía General germana, Carsten S. habría adquirido el arma en Jena, en el este del país, y hecho entrega de la misma a Ralf Wohlleben, un ex funcionario del Partido Nacionaldemocrático de Alemania (NPD) que se cuenta entre las restantes personas detenidas a lo largo de la investigación de este caso. Wohlleben habría enviado la pistola a los miembros de la célula neonazi por medio de un servicio de mensajería.

La policía registró el domicilio de Carsten S. tras su detención por un cuerpo de elite.
La policía registró el domicilio de Carsten S. tras su detención por un cuerpo de elite.Imagen: picture-alliance/dpa

En los años en los que se supone que fue comprada el arma, Carsten S. participaba activamente o seguía manteniendo el contacto con la agrupación de extrema derecha Protección Patriótica de Turingia, a la que también pertenecía el trío integrante de NSU. La Fiscalía le achaca el estar al tanto de los planes de los terroristas y ser consciente de que el apoyo que les estaba brindando –que además de logístico era, dice el organismo judicial, financiero- podía desembocar en la muerte de seres humanos.

El diario Frankfurter Rundschau escribe que el sospechoso rompió en 2003 los lazos con el ámbito neonazi, mientras que su abogado le contó a la prensa que tal cosa había tenido lugar ya en 2000. Hoy, Carsten S. “rechaza cualquier tipo de pensamiento derechista, racista o extremista”, aseguró el letrado. Hasta la aparición del GSG 9, Carsten S. trabajaba en Düsseldorf como coordinador en un centro de ayuda a enfermos de SIDA.

Cuatro meses, cinco cómplices

La llamada por su lugar de origen “célula de Zwickau” fue descubierta a principios de noviembre de 2011, después de que la policía encontrara en una caravana los cadáveres de dos de sus miembros y al día siguiente se entregara la mujer que completaba el trío, Beate Z.

Los tres miembros de NSU (izq.-dcha.): Uwe B., Uwe M. y Beate Z.
Los tres miembros de NSU (izq.-dcha.): Uwe B., Uwe M. y Beate Z.Imagen: picture-alliance/dpa

Sólo entonces comenzaron las autoridades a encontrarle relación a toda una serie de crímenes y otros delitos acontecidos en Alemania a lo largo de una década. Otros cuatro presuntos colaboradores de NSU han sido apresados en los pasados cuatro meses, y en el país se ha desatado un debate político acerca de la atención prestada hasta el momento al extremismo de derechas.

LB/ dpa/ afpd

Editora: Emilia Rojas Sasse