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"La mejor energía es la que no se consume"

22 de junio de 2011

Hasta el 2020, la UE quiere haber reducido en un 20% su consumo de energía. ¿Cómo? Un plan propuesto hoy por la Comisión prevé algunas medidas voluntarias que, hasta el momento, no parecen demasiado realistas.

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"La mejor energía es la que no se consume"Imagen: Fotolia

En el año 2007. la Unión Europea asumió voluntariamente el rol de abanderada del medio ambiente y se fijó un triple objetivo: hasta el año 2020, reducir en un 20 % de las emisiones de gases de efecto invernadero (con respecto al nivel de 1990) que el 20 % de la energía consumida proceda de fuentes renovables y lograr un ahorro energético del 20 %. Las dos primeras metas son vinculantes; la tercera, voluntaria.

En cuanto al ahorro energético, sumando las medidas que se han puesto en marcha hasta el momento, a nivel europeo se alcanzaría sólo una reducción del 9 por ciento. Por eso, el comisario europeo de Energía, el alemán Günther Öttinger, puso hoy sobre la mesa de discusión un proyecto de ley a nivel europeo que pretende darle forma a la idea. “La mejor energía es la que no se consume”, ése es el lema de su proyecto.

Waschmaschine
Un aparato con el sello de nivel de eficiencia energética A reduce el consumo y la facturaImagen: picture alliance/dpa

Reducir el volumen de ventas

En primer lugar se trata de conseguir que toda empresa suministradora de energía se comprometa, voluntariamente, a reducir anualmente en un 1,5 su volumen de venta. Informando a su clientela acerca de sistemas de calefacción más eficientes, acerca de mejores aislamientos para los tejados –por donde se escapa mucho de la energía calórica- o de ventanas con cristales aislantes, se pondría ahorrar hasta un 9 por ciento anual de energía. Para llevar a cabo las reformas deberá ofrecerse a los consumidores programas de subsidios.

Por otro lado, enviando a los clientes una cuenta más detallada de su consumo –calculado por cada aparato, bombillas eléctricas, calentadores de agua o por cada terminal de calefacción- el consumidor se convencerá y consumirá menos. Hasta el año 2015 hay plazo para haber implementado el sistema detallado de facturación, para el cual más tarde o más temprano se tendrá que utilizar un smart meters, “contadores individuales inteligentes”.

Renovación de edificios públicos

En cuanto a medidas dirigidas a los gobiernos europeos, el plan de Oettinger prevé la obligación de sanear anualmente un 3 por ciento de sus edificios. Esto ahorraría un 12 por ciento del consumo energético anual a nivel europeo; es más, una renovación óptima de todos los edificios estatales europeos podría alcanzar un 60 por ciento de ahorro en el consumo energético.

Visto así, los cálculos presentados por la Comisión no dejan de ser atractivos, pero, ¿son realistas?. Esta sensación se acrecienta con la puerta que abre la letra pequeña del documento: cada Estado deberá verificar su situación de consumo energético y esforzarse por cumplir la meta propuesta: si no es con estas medidas, con otras que acrediten el ahorro.

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Reemplazar las bombillas por otras de bajo consumo se ahorra energíaImagen: AP

Blando, flojo, decepcionante

Las críticas al proyecto no se han hecho esperar; de blando, acuoso y poco ambicioso ha sido calificado. Que los consorcios energéticos vayan a asumir las metas voluntariamente se considera poco realista, e injusto le parece a organizaciones de protección al consumidor que la responsabilidad y los costos se dejen en el ciudadano.

De “decepcionante” la tildó el Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF), pues en realidad la idea era crear una directiva de ahorro del 1,5 por ciento anual con carácter obligatorio para las empresas suministradoras basándose en un incremento de la eficiencia energética. Según informa el WWF en un comunicado, ha sido la presión de Alemania y Suecia lo que ha convertido de vinculante en voluntaria la directiva. De seguir así, así el WWF, no sólo no se logrará la deseada reducción del 20 por ciento hasta el 2020, sino que se aumentará la dependencia energética de Europa.

Autora: Mirra Banchón (efe/dpa/wwf/ebs)
Editor: Pablo Kummetz