“No participaremos en ningún proyecto violento”

DW: Tanto la ONG Oxfam como el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh) acusan a Voith y Siemens de haber colaborado de forma indirecta en el asesinato de Berta Cáceres. ¿Qué opina Voith al respecto?

Lars A. Rosumek: Voith ha mantenido varias reuniones con los coordinadores del Copinh. La empresa hondureña Desarrollos Energéticos (DESA) encargó a Voith Hydro –consorcio formado por Siemens y Voith- el suministro de turbinas para la pequeña central hidroeléctrica de Agua Zarca. Este contrato, por valor de 8 millones de euros, representa un pequeño volumen de negocio para nuestra compañía. En marzo de este año nos enteramos del asesinato de la activista Berta Cáceres, lo condenamos y, tras mantener varias conversaciones con nuestro cliente DESA y con los socios financieros del proyecto, solicitamos a DESA que nos informara de lo que estaba ocurriendo en Honduras.

A principios del mes de mayo la situación se agudizó. La policía hondureña anunció que dos de los cuatro detenidos sospechosos de haber participado en el asesinato de Berta Cáceres tenían relación con DESA. Según las autoridades, uno de los detenidos (Sergio Rodríguez) era el gerente de la compañía, mientras que otro de ellos trabajó para la empresa hondureña. Ese mismo día, y tras haber mantenido conversaciones con nuestro cliente, anunciamos a DESA la suspensión del contrato de suministro hasta que la Fiscalía de Honduras aclare el grado de implicación de estas personas en la muerte de Berta Cáceres.

Desde Voith condenamos cualquier tipo de violencia y queremos dejar claro que no participaremos en ningún proyecto que tenga que ver con violencia o asesinato.

El coordinador general del Copinh, Tomás Gómez, exige a Voith y Siemens que reparen los daños medioambientales y personales ocasionados al pueblo lenca por su participación en el proyecto Agua Zarca. ¿Tienen intención Voith de llevar a cabo alguna acción al respecto?

El proyecto de Agua Zarca tiene como objetivo proveer energía, sobre todo, a la población rural hondureña. En Honduras tan sólo un 40 por ciento de la población rural cuenta con energía eléctrica en sus domicilios. Creemos que para un país emergente con altísimas tasas de criminalidad y pobreza como Honduras, el abastecimiento de energía es la llave del desarrollo económico. La hidroeléctrica es un tipo de energía estable y muy apreciada en este tipo de países. Por eso creemos que es necesario hacer una diferencia entre el proyecto en sí, destinado a proveer energía a la población hondureña, y el comportamiento de los trabajadores de nuestros clientes.

Tomás Gómez asegura que ustedes conocían lo que le estaba ocurriendo a los activistas que se oponían a la construcción de la central en el río Gualcarque. ¿Por qué decidieron participar en el proyecto Agua Zarca?

Ningún proyecto de infraestructura está libre de polémica. En Alemania también se erigen movimientos ciudadanos en contra de la construcción de molinos de viento o centrales de este tipo. A pesar de que condenamos cualquier tipo de violencia, en Honduras también existen disposiciones jurídicas que exigen el cumplimiento del contrato que cerramos con nuestro cliente. Como no podemos dar por terminada nuestra colaboración, hemos decidido suspender temporalmente el contrato de suministro hasta que se aclare la implicación de los trabajadores de DESA en el crimen. Después decidiremos si cancelamos o no el proyecto.

Lars A. Rosumek es portavoz de la multinacional Voith, especializada en maquinaria industrial.