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"No al terrorismo"

ers12 de marzo de 2004

Dos millones personas salieron a las calles en Madrid y 8 millones en toda España (según El País) para repudiar el terrorismo, mientras persisten las dudas sobre la autoría de los atentados de la víspera, que ETA negó.

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"Todos íbamos en ese tren", coreó la multitud en la Madrid.Imagen: AP

Triste, como la lluvia que cayó durante todo el día en Madrid, fue la jornada de duelo en España. Una jornada de tristeza, pero no de derrota ni fatalismo. La población copó las calles en diversas ciudades, en una marea de repudio al terrorismo que en la víspera cobró dos centenares de vidas en la capital. Mano a mano con las principales autoridades españolas marcharon también destacadas figuras europeas, como el presidente de la Comisión de la UE, Romano Prodi, los primeros ministros de Francia e Italia, Jean-Pierre Raffarin y Silvio Berlusconi, el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Joschka Fischer, y muchos otros.

Castigo a quienes corresponda

Interminable parecía la marcha de gente que, hastiada de la violencia, dio una impresionante muestra de solidaridad con los familiares de las víctimas y de repudio al terrorismo. Hubo también gritos contra ETA, organización a la que el gobierno sigue considerando la principal sospechosa del baño de sangre. Sin embargo, en esta multitudinaria manifestación contra la muerte, la persistente polémica de los expertos en torno a los verdaderos autores de la masacre pasó a segundo plano. Desde la perspectiva del dolor y la indignación, muy humana ante la atrocidad de los hechos, sólo importa que se haga justicia, sean quienes fueren los culpables.

Protest in Madrid
Vista de la manifestación más multitudinaria que recuerde España.Imagen: AP

Desde el punto de vista político, en cambio, el tema tiene sin duda relevancia. Mientras las autoridades aseguran que se están a dando a conocer todas las informaciones disponibles sobre el caso y se mantienen abiertas todas las líneas de investigación, queda claro que el gobierno de José María Aznar se aferrará a la hipótesis del terrorismo vasco mientras no se compruebe absolutamente lo contrario.

ETA niega responsabilidad

Resulta comprensible que la nota enviada al periódico árabe El Kuds el Arabi, en que una Brigada Abu Hafs Maasri se atribuye los atentados en nombre de Al Qaeda, haya sido recibida con escepticismo. Menos evidente es que se reste credibilidad a los llamados anónimos a medios de comunicación vascos, en los que ETA niega toda responsabilidad en este sanguinario golpe. En primer lugar, porque es una vía que el grupo terrorista utiliza y, en segundo, porque suele atribuirse los atentados que comete.

Lo único seguro, por el momento, es que no hay certezas. Pero también es obvio que nadie parece querer aceptar que lo ocurrido en Madrid fuera el estreno de la barbarie terrorista internacional en suelo europeo: ni el gobierno español, al que no le vendría nada bien una polémica pre-electoral en torno a su participación en la guerra contra Irak; ni los socios eurocomunitarios, que se verían enfrentados a una creciente amenaza de sus propios territorios; ni la esfera económica, que sufriría los efectos de una nueva ola de incertidumbre provocada por el terrorismo. ETA representa un fenómeno local español. El extremismo islámico, uno global. Pero de eso no se habló en las manifestaciones de este viernes. Tampoco hubo oradores oficiales en esta jornada, en la que sólo se escucharon las consignas coreadas por la multitud, bajo la persistente lluvia madrileña.