Más UE y menos Chávez, fórmula de Uribe para liberar a rehenes

Para comenzar su gira por Europa, el presidente colombiano debió hacer gala de facultades taurinas. Ante las tronantes descalificaciones de su homólogo venezolano, que horas antes lo había denostado llamándolo "peón del imperio", Uribe salió por peteneras y, sin acusar recibo de los insultos, se limitó a decir que guarda “respeto al pueblo venezolano”.

Una vez hecha la maniobra, Uribe fue a lo suyo: poner en claro la posición del gobierno colombiano en la enredada crisis que significa el cautiverio de cientos de civiles inocentes a manos de la guerrilla colombiana FARC.

Apoyo de Sarkozy

En París, el mandatario colombiano asistió primero que nada a una reunión con su par francés Nicolás Sarkozy. Éste reiteró el compromiso de su país y su “determinación personal” para lograr la liberación rápida de cuantos rehenes sea posible.

Sarkozy dijo que “apoya todas las iniciativas” en este sentido y, a estas alturas, tal declaración resulta literal: así como recibió este lunes a Uribe, había dialogado semanas antes con el propio Hugo Chávez.

Y más aún, el presidente francés dijo este lunes que también vería con buenos ojos la creación de una “zona de encuentro” para el diálogo entre el gobierno colombiano y las FARC, como lo propone la iglesia católica.

El mandatario galo además fue determinante al rechazar la exigencia de Hugo Chávez en cuanto a retirar a las FARC de la lista internacional de organizaciones terroristas. “Francia se atendrá a la posición europea en este sentido”, dijo Sarkozy, y en ello coincidió con lo planteado hace unos días por la canciller alemana, Angela Merkel.

Ésta señaló hace unos días que ve “con escepticismo” la propuesta chavista y reiteró que “en la Unión Europea decidimos nosotros mismos a quién quitamos y a quién no. En cuanto a la propuesta del presidente Chávez, no la puedo acompañar. Quiero recordar que aún hay personas desaparecidas, y eso por sí mismo es suficientemente negativo”.

Más Europa y menos Chávez

En París, el presidente Uribe fue pródigo este lunes al hablar de posibles soluciones, tanto suyas como ajenas. Dijo que “la iglesia católica propuso la zona de encuentro y el gobierno de Colombia la acepta en las condiciones que se ha dicho: en una zona rural, en una zona despoblada donde no haya cuarteles del ejército de la policía”.

También pidió “que se apoye el trabajo de Francia, España y Suiza para buscar la liberación de los secuestrados ».

Aseveró que los secuestrados "han sufrido tanto como los judíos en los campos de concentración de Hitler" y, por la tarde, dijo que su gobierno estaría dispuesto a reconocer en las FARC a un interlocutor, si los guerrilleros entran a un proceso formal de negociación.

Poca esperanza

Las reacciones en Colombia no se hicieron esperar. Voceros de las FARC rechazaron “por razones de seguridad” cualquier iniciativa tendiente a que la Cruz Roja Internacional revise el estado de salud de los “canjeables”, término con el cual los guerrilleros se refieren a los seres humanos en su poder.

Los representantes de las FARC calificaron a las iniciativas del mandatario como "consideraciones carentes de realismo con las que pretende el presidente Uribe dilatar el dolor y la angustia de los familiares de los prisioneros en poder de las dos partes".

La gira del mandatario colombiano por Europa continuará en Suiza y Bélgica.