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Mi celular me mata

Gabriel González2 de julio de 2004

Jóvenes usuarios de celulares se inician antes en el sexo y tienen más relaciones amorosas que sus compañeros sin teléfono móvil. Un estudio más sobre nuestro juguete más preferido.

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"Hola Pablo. Te espero luego en mi dormitorio. ¿ok?"Imagen: AP

Cuanto más suene el celular, más probable es que su dueño tenga una vida amorosa que dejaría hasta a Casanova boca abierta. Un equipo del Instituto Sociológico de la Universidad de Oslo estudió el comportamiento de 10.000 adolescentes y llegó a nuevas conclusiones sobre las consecuencias de usar celulares en la vida diaria.

Kinder mit Handys
"Perdona, Cristina. Mis espermatozoides no están en condiciones por el dichoso celular."Imagen: AP

Según el informe, dos tercios de los encuestados de entre 13 y 18 años que usan el celular frecuentemente dijeron que ya habían tenido su primera relación sexual. Entre los jóvenes que no hacen uso del móvil o sólo lo hacen de vez en cuando, en cambio, sólo entre el ocho y el nueve por ciento se había iniciado sexualmente. Los investigadores relacionan la temprana iniciación sexual directamente con el uso del móvil.

¿Una conclusión evidente? El profesor Willy Pedersen, responsable de la investigación, se mostró ’’extraordinariamente sorprendido’’ por la influencia masiva que tienen las conversaciones por teléfono móvil y los mensajes de texto (SMS) en el comienzo de los contactos sexuales. El sociólogo consideró que el intercambio de números de teléfonos móviles confiere a los jóvenes ’’más flexibilidad’’ a la hora de relacionarse, lo que lleva a que tengan contactos íntimos más rápidamente.

La culpa es del celular

Otra posible explicación podría ser que los jóvenes que usan excesivamente celulares se inclinan por hacer muchas palabras y por lo tanto tienden a exagerar, mientras sus compañeros que no usan tanto el celular prefieren ser más discretos y no hablar tanto sobre los detalles íntimos de su vida. ¿Quién sabe?

Sea como fuere, a estas alturas existe ya una innumerable cantidad de estudios más o menos científicos sobre los presuntos peligros o efectos raros que producen los celulares. Uno sostiene que dañan el esperma de los hombres y reducen su fertilidad, otro que podrían ayudar a dejar de fumar. Otros reportan extrañas explosiones espontáneas de nuestros pequeños compañeros. Ya se programan los primeros virus informáticos para celulares. Y ya nadie se atreve a poner en duda los infinitos estudios que “comprueban” los efectos negativos de las ondas electromagnéticas sobre nuestro cerebro. ¿Quién se atrevería a afirmar que ya siente los efectos?

Estúpidos, pero con mucho sexo

Si las cosas siguen así, el destino de la humanidad será muy previsible. Los celulares nos mataran a todos. Durante un cierto tiempo gozaremos de una vida sexual muy activa y satisfactoria. Pero eso no nos ayudará mucho porque la poca fertilidad causará un declive de la población mundial. Los virus informáticos acabaran con nuestros sistemas electrónicos sin los que no podemos sobrevivir en este mundo, y nuestra estupidez provocada por los daños cerebrales nos impedirá encontrar una solución.

Nuestro destino será el mismo del de los dinosaurios. Algún día desapareceremos de este planeta. Lo único que quedará de nosotros serán nuestros celulares, abandonados y tirados por la calle. Algunos de ellos seguirán explotando por motivos inexplicables, pero lo demás será... silencio.