Estados endeudados
12 de agosto de 2011Publicidad
Los agentes de las bolsas habían observado por mucho tiempo cómo se acumulaban las deudas. Según cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI), en comparación con 1990, las deudas se cuadruplicaron. Se trata de 95.000.000 millones de dólares. En 1940, Estados Unidos estaba endeudada en los mercados financieros con 49.000 millones de dólares. Entre tanto, la suma ha aumentado a 14.300.000 millones de dólares. Y con la deuda adquirida a comienzos de agosto de 2011, a esa cifra se le suman otros 2.100.000 millones de dólares.
Alemania también elevó apliamente el monto de su deuda en las últimas décadas. Después de la Segunda Guerra Mundial la deuda ascendía al 15 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Ahora se trata del 80 por ciento del PIB.
Indicador relevante
Esta relación con el desempeño económico de un país es el indicador aplicado por los mercados financieros. Mientras la productividad de un país crezca con las deudas adquiridas, no debe haber temores de que no se saldarán las deudas. Pero exactamente ése es el temor actual de los mercados financieros. Por primera vez en la historia, los mercados financieros le mostraron la tarjeta amarilla y roja no sólo a algunos países emergentes, sino también a grandes países industrializados. ”Con ello simbolizan que los desequilibrios son demasaido grandes”, dice Ulrich Kater, economista jefe del Deka Bank.
Esta relación con el desempeño económico de un país es el indicador aplicado por los mercados financieros. Mientras la productividad de un país crezca con las deudas adquiridas, no debe haber temores de que no se saldarán las deudas. Pero exactamente ése es el temor actual de los mercados financieros. Por primera vez en la historia, los mercados financieros le mostraron la tarjeta amarilla y roja no sólo a algunos países emergentes, sino también a grandes países industrializados. ”Con ello simbolizan que los desequilibrios son demasaido grandes”, dice Ulrich Kater, economista jefe del Deka Bank.
Políticos en busca de electores
Todo apunta a que los Estados vivieron por encima de sus posibilidades. Esto afecta menos a Alemania, pero más a Estados Unidos, España y el Reino Unido. La actual montaña de deudas se debe por una parte a la crisis financiera y económica, durante la cual los Estados elevaron masivamente su deuda, para así evitar peores consecuencias. Pero también a las promesas de los políticos para ganar más electores. Ahora los ciudadanos desconfían de la estabilidad financiera, así como de que los Estados puedan pagar sus deudas.
Todo apunta a que los Estados vivieron por encima de sus posibilidades. Esto afecta menos a Alemania, pero más a Estados Unidos, España y el Reino Unido. La actual montaña de deudas se debe por una parte a la crisis financiera y económica, durante la cual los Estados elevaron masivamente su deuda, para así evitar peores consecuencias. Pero también a las promesas de los políticos para ganar más electores. Ahora los ciudadanos desconfían de la estabilidad financiera, así como de que los Estados puedan pagar sus deudas.
Balance entre crecimiento y ahorro
"Si los Estados vuelven ahora a la ‘senda de la virtud’, volvería a mediano plazo la confianza entre los ciudadanos y en la economía. Así se obtendría una compensación en pro de la economía”, dice Stefan Schneider, economista del Deutsche Bank.
"Si los Estados vuelven ahora a la ‘senda de la virtud’, volvería a mediano plazo la confianza entre los ciudadanos y en la economía. Así se obtendría una compensación en pro de la economía”, dice Stefan Schneider, economista del Deutsche Bank.
Es decir, que los Estados deben llevar a cabo un acto de equilibro, opina Ulrich Kater del Deka Bank. No pueden exigirle demasiado a la economía si ahorran fuertemente. Por otro lado, ahorrar es imprescindible. A los Estados les queda como única opción ganar confianza, en la medida en que indiquen a los mercados financieros honestamente las acciones a seguir en el futuro para bajar el nivel de la deuda en relación con el desempeño económico. Esta tarea tardaría décadas en llevarse a cabo.
¿Qué se puede permitir todavía el Estado?
No se trata de una reducción total de la deuda. Lo que se requiere es encontrar una medida razonable entre la deuda pública y el poder económico. No sin razón se fijó en el Tratado de Maastricht esta proporción en un 60 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). De acuerdo con los economistas, si un Estado llega al 100 por ciento del PIB bien pueden ser los intereses demasiado altos o frenar la economía. Tanto Schneider como Kater concuerdan en que la máxima prioridad debe ser la reducción de la deuda.
No se trata de una reducción total de la deuda. Lo que se requiere es encontrar una medida razonable entre la deuda pública y el poder económico. No sin razón se fijó en el Tratado de Maastricht esta proporción en un 60 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). De acuerdo con los economistas, si un Estado llega al 100 por ciento del PIB bien pueden ser los intereses demasiado altos o frenar la economía. Tanto Schneider como Kater concuerdan en que la máxima prioridad debe ser la reducción de la deuda.
En ese sentido, la política financiera debería re-orientarse y decidir qué puede financiar todavía el Estado. Para ello sería necesario un trabajo conceptual a largo plazo. A esto se suma un factor agravante: la población en los países industrializados desciende. Por ende, la recaudación de impuestos es también menor. De nada sirve que se postergue la reducción de la deuda, como evidenció la crisis de endeudamiento europea. Al contrario, “el problema será cada vez más grave”, dice Kater.
A las economías a nivel mundial les esperan tiempos difíciles. Como un drogadicto, los Estados deben pasar por una fase difícil en la que se deshacen de la adicción a endeudarse. Los mercados financieros lo exigen con vehemencia.
Autora: Brigitte Scholtes / Cristina Mendoza Weber
Editor: Pablo Kummetz
Editor: Pablo Kummetz
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