Medio siglo del terrorismo de la RAF
2 de abril de 2018Tres antiguos miembros de la Fracción del Ejército Rojo (RAF, por sus siglas en alemán) siguen siendo fugitivos desde hace décadas. En noviembre, la Oficina Federal de Investigación Criminal de Alemania publicó nuevas imágenes de la investigación sobre Ernst-Volker Staub, Burkhard Garweg y Daniela Klette, quienes siguen siendo buscados pese a haber pasado a la clandestinidad. Una serie de atracos había vuelto a poner a las autoridades tras la pista de los terroristas. Los asaltos no tenían objetivo político alguno: simplemente buscaban financiar la (costosa) vida clandestina.
Este 2 de abril se cumplen 50 años del primer ataque conocido del grupo, que calcinó unos almacenes comerciales de Fráncfort el 2 de abril de 1968. Pero la RAF, así como el rastro de sangre que durante casi tres décadas dejó por toda Alemania, todavía no es historia. Sobre todo cuando el país aún es capaz de emocionarse con el perdón. Como el otoño pasado, cuando la antigua miembro de la RAF Silke Maier-Witt se reunió con el hijo del presidente de la patronal empresarial Hanns Martin Schleier, asesinado en 1977 por los terroristas de extrema izquierda, y le pidió perdón.
La RAF sigue sin ser agua pasada, ello a pesar de la vuelta a Alemania del avión "Landshut” de Lufthansa, secuestrado en 1977, para pasar a formar parte del Museo Dornier de Friedrichshafen.
Pero sobre todo, la RAF todavía no es historia porque no todos los asesinatos, ataques con explosivos y asaltos perpetrados por la organización, que dejaron más de 30 muertos y de 200 heridos, han sido aclarados íntegramente.
Peter Urbach, agente provocador
Sigue sin haberse clarificado cuál fue el papel que jugó la agencia de inteligencia policial alemana Oficina Federal de Protección de la Constitución cuando algunos miembros del movimiento de protesta estudiantil empezaron a mostrar inclinación por prácticas de terror. Una figura clave es la del informante Peter Urbach, dice a DW el politólogo hamburgués Wolfgang Kraushaar: "Urbach jugó un papel importante, uno que no puede ser evaluado de forma determinante, a la hora de transformar un núcleo pequeño pero férreo de lo que eran los movimientos de protesta en grupos militantes y finalmente en círculos en los que emergió el terrorismo”.
Por ejemplo, Urbach estaba activo el 11 de abril de 1968. Ese día, el líder estudiantil Rudi Dutschke estuvo a punto de morir como consecuencia del atentado que perpetró contra él un derechista radical. Unos 2.000 estudiantes se dirigieron entonces enfurecidos hacia las oficinas de la editorial Springer-Verlag, que había atacado una y otra vez con su diario "Bild” tanto a las protestas estudiantiles en general como a Dutschke en concreto. Allí, según el experto hamburgués en la RAF, Urbach tenía una cesta de mimbre en la que portaba cócteles molotov que repartió entre los indignados y enfurecidos estudiantes. "Después de que estos no consiguieran hacer lo que se proponían, es decir, prender los autos, Urbach les enseñó cómo hacerlo. Entonces volcaron los vehículos para que los tanques de combustible, que estaban en su lado inferior, fueran más fáciles de alcanzar, y después los incendiaron. Así se incendiarion uno tras otro y quedaron finalmente calcinados”, narra Kraushaar.
Desacreditar al movimiento de protesta
El agente de la Oficina Federal de Protección de la Constitución también fue el primero que repartió armas de fuego entre el movimiento de protesta izquierdista, continúa Kraushaar. Para él, Urbach fue un agente provocador que tuvo una influencia determinante en las acciones de la entonces oposición extraparlamentaria.
La pregunta que se plantea es por qué el Senado en Berlín y presumiblemente también sus aliados (los estadounidenses, británicos y franceses, quienes hasta la reunificación alemana tuvieron tropas y el control de la mitad occidental de la ciudad) dieron tanto margen de actuación a un hombre así. "Se quería desacreditar con actos de violencia no solo a los manifestantes, sino al final a todo el movimiento extraparlamentario de izquierda”.
Una bomba proveniente de las autoridades contra un centro judío
Hay algo que no debe olvidarse respecto a la RAF: era el grupo terrorista de extrema izquierda más conocido, pero no el único. También existieron las llamadas Células Revolucionarias, el Movimiento 2 de Junio (surgido tras el asesinato del estudiante Benno Ohnesorg a manos de un agente de policía) o los Tupamaros de Berlín Occidental. De hecho, fueron los Tupamaros de Berlín Occidental los que realmente se encuentran en el origen del terrorismo en Alemania, recuerda el historiador Michael Sontheimer. Intentaron llevar a cabo un atentado con bomba en un centro municipal judío berlinés el 9 de noviembre de 1969, 31 años después de la Noche de los Cristales Rotos. En el centro se encontraban 250 personas, pero el mecanismo fracasó por azar.
Y, de nuevo, la Oficina Federal de Protección de la Constitución también estuvo implicada. Sontheimer, quien aborda el movimiento de protesta de finales de la década de los 60 en su libro "Berlín, ciudad de la revuelta” (Berlin – Stadt der Revolte), lo cuenta en una entrevista con DW: "Imagínese, un centro judío fue atacado con una bomba de la Oficina Federal de Protección de la Constitución proporcionada por Peter Urbach. Ese es el comienzo del terrorismo en Alemania occidental, en la mitad oeste de Berlín”.
Dando una mirada hacia atrás, parece claro que las autoridades gubernamentales estaban preparadas para verter gasolina sobre un fuego que no dejaba de crecer.
Autor: Matthias von Hein (EAL/RRR).
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