Medicina de género
20 de febrero de 2007En tanto seres humanos, hombres y mujeres son iguales por completo. Pero es un hecho que los organismos de unos y otras son distintos, y tales diferencias son tomadas cada vez más en cuenta por la comunidad médica.
Debate médico
Un grupo de expertos se reunió recientemente en la Universidad de Hannover precisamente para discutir la importancia de las diferencias orgánicas entre los géneros, y sus eventuales repercusiones en los tratamientos médicos.
Se ha hablado frecuentemente, por ejemplo, de que el corazón de las mujeres es más pequeño que el de los hombres. De igual modo, la masa muscular es menor, y por supuesto hay diferencias notables cuando se habla de las hormonas.
La Dra. Liljana Verner, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Hannover, supone que son los estrógenos los que causan reacciones diferentes en las mujeres ante la anestesia.
En muchas mujeres, el efecto de la anestesia pasa con mayor rapidez que en los hombres. De igual modo, los hombres presentan menos complicaciones postoperatorias que las mujeres. Los efectos secundarios más frecuentes e incómodos ante este tipo de sustancias son mareo y vómitos.
Reacciones distintas
Las mujeres presentan cuatro veces más este tipo de complicaciones que los hombres. Pero no es mucha la información que puede sustraerse de los estudios clínicos en este sentido: 80 por ciento de los estudios previos a la aplicación de anestésicos carecen de indicadores específicos para profundizar más en las diferencias en las reacciones de ambos géneros.
El Dr. Richard Lux, de la misma institución de estudios médicos, coincide en que las hormonas son un importante factor en el desarrollo de asma. No puede aclararse de otro modo, dice, que muchos jóvenes se curen como por arte de magia en la pubertad mientras que en esa misma etapa de la vida los padecimientos asmáticos presentan un incremento dramático.
Hacia la "medicina de género"
Estos conocimientos son relativamente nuevos, y su aplicación no es usual en estudios clínicos ni epidemiológicos: normalmente se considera que padecimientos como el asma son "neutrales" desde el punto de vista de los géneros. Lo mismo puede decirse de la prevención, la terapia y el levantamiento de datos.
Aunque hay indicios de que esto ha comenzado a cambiar, no es suficiente. "Debemos alejarnos de una vez por todas del modelo corporal masculino dominante", señala Brigitte Lohff, historiadora de la Medicina de la Universidad de Hannover.
Es cierto que deben cambiarse actitudes; pero finalmente, sólo los estudios clínicos podrán esclarecer hasta dónde debe llegar la futura "medicina de género", tanto en su estudio como en sus aplicaciones.