“Mano dura” en defensa del euro
19 de octubre de 2010Tras los convulsionados meses de crisis financiera y económica global, y los costosos paquetes de rescate y reactivación, la Unión Europea vuelve a centrarse en su credo monetario original: estabilidad ante todo. Consenso hay a estas alturas en la necesidad de resguardar con herramientas más eficaces el pacto sellado en la cuna del euro, que en la práctica no fue cumplido al pie de la letra en los años pasados ni siquiera por Alemania, su más ferviente promotor inicial.
La clave franco-germana
Los ministros de Finanzas europeos, reunidos en Luxemburgo, llegaron finalmente a un acuerdo para sancionar con mayor rapidez y dureza a quienes transgredan el Pacto de Estabilidad, que limita el déficit fiscal a un 3% del producto interno bruto y el endeudamiento total a un 60 % del PIB. Pero el nudo gordiano lo desataron en realidad el presidente galo, Nicolás Sakozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, al aunar sus posiciones en el balneario de Deauville. “Un acuerdo germano-francés es necesario para que todo el asunto se mueva”, comentó lacónicamente el subsecretario alemán de Finanzas, Jörg Asmussen, tras las arduas negociaciones.
En pocas palabras, el resultado fue que Alemania cedió en su deseo de establecer sanciones automáticas para los países que no respeten los límites estipulados, como lo había propuesto también la Comisión Europea. A cambio, Francia accedió a la posibilidad de reformar los tratados de la UE, lo que sería necesario, por ejemplo, para poder retirar el derecho a voto a un país que no se atenga a las reglas.
Reacciones matizadas
No todos quedaron satisfechos con el acuerdo. “Me sorprende que no hayamos obtenido de Alemania un 100 por ciento de disciplina presupuestaria”, comentó el ministro de Finanzas sueco, Anders Borg, este martes, acotando que “podríamos haber avanzado un poco más”. El jefe de la eurozona, el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, indicó por su parte que “no se descarta una modificación de los tratados; pero no se dice que dichos tratados tengan que ser modificados”. Además, hizo notar que la labor de legislar al respecto será todo menos fácil, ya que quedan muchos detalles por aclarar.
No obstante, en general se manifestó satisfacción por los avances logrados. “Tendremos ahora mejores sanciones, más sanciones, eso es lo principal”, estimó el ministro de Finanzas finlandés, Jyrki Katainen, mientras su colega holandés, Jan Kees De Jager, habló de un notable progreso. Las nuevas reglas tendrán que elaborarse y someterse a la aprobación del Parlamento Europeo. El comisario de Economía de la UE, Olli Rehn,instó a las partes implicadas a terminar el proceso hasta mediados del 2011, de modo que las reformas puedan entrar en vigor el 2012.
ER/dpa/ap/reuters
Editora: Luna Bolívar