Madres buscan a sus hijos en la ruta del migrante
22 de noviembre de 2014Por la frontera con Guatemala o Belize, miles de migrantes centroamericanos entran a México cada año siguiendo el sueño de llegar a los Estados Unidos para empezar una vida nueva. Huyen de la pobreza y la inseguridad de sus países, muchas veces sin saber que lo peor aun está por venir.
En su intento por atravesar México muchos de ellos son extorsionados, secuestrados o asesinados. Aunque no existen datos oficiales, Rubén Figueroa, del Movimiento Migrante Mesoamericano, calcula que alrededor de 70 mil migrantes han desaparecido en la última década. "Las cosas cada vez están peor, en México no avanza el tema de los derechos humanos y siempre es el crimen organizado de la mano de autoridades corruptas, los primeros en delinquir contra los migrantes", dice a Deutsche Welle.
Con el apoyo de varias organizaciones de la sociedad civil cada año el Movimiento Migrante Mesoamericano emprende la marcha con decenas de madres centroamericanas que siguen la ruta del migrante en México en busca de sus hijos desaparecidos. "Es la única oportunidad que tienen de seguirle el rastro a sus hijos, de los cuales no han escuchado nada en años", explica Rubén. Con la caravana el movimiento pretende llamar la atención de la población y de las autoridades "que no han hecho nada por investigar las denuncias que se han impuesto a lo largo de los años ante la Procuraduría de Justicia por la desaparición y los abusos que sufren los migrantes".
El recorrido
Con una visa temporal este año cuarenta mujeres de Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Honduras recorrerieron diez estados de la República y alrededor de 23 localidades. El 20 de noviembre cruzaron la frontera con Guatemala por El Ceibo, una población localizada en el municipio de Tenosique en el estado mexicano de Tabasco. Hasta el 7 de diciembre la caravana visitó los estados de Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Tlaxcala, Hidalgo y San Luis Potosí, hasta culminar en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
A su llegada las mujeres fueron recibidas en la Casa del migrante "La 72", a cargo de Fray Tomás González Castillo, un padre franciscano que desde hace tres años acompaña esta marcha. Asegura que al menos dos o tres personas desaparecidas son encontradas en cada recorrrido que realizan año con año diferentes madres centroamericanas. "Recuerdo el caso de una mujer de Nicaragua que a sus 75 años, con presión alta y diabetes encontró a su hijo después de no saber nada de él durante 32 años", dijo en entrevista con Deutsche Welle. En 10 años que se ha llevado a cabo la marcha, se han localizado alrededor 200 migrantes. En esta ocasión se dio con el paradero de una persona en Coatzacoalcos, Veracruz y otra en San Sebastián, Hidalgo.
El albergue "La 72", que apoya la caravana desde su comienzo, ha dado refugio a cientos de migrantes centroamericanos. Su nombre hace referencia a los 72 cadáveres de migrantes que a finales de agosto de 2010 fueron encontraron en una fosa ubicada al interior de un rancho al noroeste del poblado de San Fernando, Tamaulipas. Según las investigaciones oficiales, fueron asesinados por el cártel de los Zetas.
Las amenazas
Pero no sólo los migrantes son víctimas del abuso de autoridad y la coalición entre autoridades y el crimen organizado en México. Fray Tomás y muchos de sus colaboradores han sido víctimas de amenazas por parte de las autoridades municipales y estatales y del crimen organizado, incluso en las instalaciones del albergue.
"Les incomodan las investigaciones que hacemos", asegura, "porque hemos descubierto una red de tratas al interior del mismo Instituto Nacional de Migración, hemos descubierto una red de extorsión en la ruta migratoria y hemos denunciado secuestros por parte de las autoridades".
Es por eso que las organizaciones que luchan por los derechos de los migrantes en México han perdido la esperanza en sus autoridades. "No han hecho nada, los únicos casos exitosos los hemos resuelto nosotros mismos con el apoyo de la sociedad civil", asegura Rubén Figeroa. "Es urgente que cambie la política migratoria en México".
Esta décima caravana de madres centroamericanas se lleva a cabo en un momento crucial de la discusión sobre las desapariciones en México: el caso e los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, Guerrero, el 26 de septiembre. "Esperamos que con la fuerza que tienen las protestas del caso Ayotzinapa se una más gente a las marcha para que nos apoye en la búsqueda de los desaparecidos centroamericanos", concluye Rubén. "Sin el apoyo del gobierno tenemos que unir fuerzas como sociedad civil".