Los rostros del éxodo hondureño
Los hondureños están escapando de la crispante situación que viven en su país. Con el objetivo de buscar un futuro mejor, muchos de ellos se diriguen en caravanas a EE.UU. o México.
Johana Hernández
Johana Hernández de 26 años. Ya llegó a la frontera con México, en Tecún Umán. Su sueño es llegar para darle una mejor vida a sus tres niños porque no tiene un techo digno. Espera conseguir trabajo, poder construir su casa y que se cumplan sus sueños.
Jorge Erique Cruz
Jorge Erique Cruz es un joven de 18 años que vino caminando en solitario desde su natal San Pedro Sula. Espera llegar a los Estados Unidos. Escapa de la violencia de las pandillas, las temibles maras. Tiene la esperanza de poder encontrar un futuro mejor fuera de la violencia.
Osbin Noe
Osbin Noe, de 23 años, es originario de Copan Ruinas. Se encuentra en el albergue temporal de la Iglesia Presbiteriana instalada en Tecún Umán. Se siente con ganas de seguir para adelante, su motivación es rehacer la vida. Dice que quiere aprovechar el tiempo y espera tener la dicha de llegar a los Estados unidos.
Maria José Alvarado
Maria José Alvarado, de Santa Bárbara, Honduras, está viajando con su hijo de 10 años. Se encuentra en el albergue temporal de la Iglesia Presbiteriana donde se siente animada a continuar la marcha. Busca mejores condiciones de trabajo, se unió a la marcha para ver si encuentra una vida mejor para ella y su hijo.
Elia Merida
Elia Merida, de 38 años, está en el refugio temporal en el Parque central de Tecún Umán. Su idea es irse a trabajar a los Estados Unidos. Esta acompañada de su hija y su nieta, se siente animada a pesar del cansancio. Dice tener fuerzas para llegar al anhelado destino.
Raul Enrique Autista
Raul Enrique Autista, de 13 años, está en la marcha junto a su padre. Confiesa que le duelen los pies, que está cansado. Pero que tiene toda la actitud para seguir. Dice que tuvieron suerte porque le han dado jalón en bus y en carro para poder llegar hasta Tecún Umán.
José Trinidad Lopez Alvarado
José Trinidad Lopez Alvarado. "Nuestra batalla es débil pero vamos a seguir adelante". Dice que le ha tocado salir, van a buscar una vida mejor. Quiere seguir luchando para no morir de hambre si regresa a su país. Lleva varios días caminando y agradece todo el apoyo que hasta el momento ha recibido por parte de los guatemaltecos.