Los niños de Boltenhagen
29 de junio de 2005En la playa de Boltenhagen, en un pequeño balneario en la costa del Báltico, se encuentra el primer sanatorio infantil que ofrece terapias de adicción a nuevos medios. Desde hace medio año, psicólogos, médicos y pedagogos tratan de liberar a niños afectados de este tipo de adicción. La demanda es muy alta, particularmente durante las vacaciones de verano cuando hay que permanecer durante semanas en una lista de espera.
"No existe a la fecha una definición exacta sobre este tipo de dependencia, pues la investigación científica apenas se encuentra en sus inicios", dice la psicóloga Simona Trautsch. Cuando un niño pasa más de cuatro horas diarias frente al televisor, comienza a desarrollar síntomas como baja concentración, irritación o trastornos de sueño. Sin embargo el diagnóstico debe ser individual. No hay hasta la fecha ningún resultado de investigaciones sobre este tipo de dependencia ni tampoco cifras sobre el consumo de internet o videojuegos.
No más de 90 minutos diarios de televisión
La Agencia alemana de Divulgación de la Salud recomienda que los niños entre 10 y 13 años de edad no pasen más de 90 minutos diariamente frente al televisor y advierte al mismo tiempo que el promedio de consumo real en este grupo supera los 100 minutos. En Estados Unidos el consumo televisivo y de internet es mayor. Según la revista de la Asociación Médica Americana, un 26% de los niños en dicho país miran diariamente cuatro horas de televisión. Un 67% de los niños dedican dos horas diarias a esta actividad.
La psicóloga Simona Trautsch, quien diseñó la terapia junto con Ute Garnew, señala que durante los últimos diez años, el número de niños con sobrepeso ha aumentado drásticamente. Trautsch investigó sobre las causas y afirma que no sólo hay malos hábitos al comer y deficiente ejercicio, sino un desmesurado consumo televisivo y una fijación por el internet y los juegos de computadora.
No había terapia infantil
Comparando sus investigaciones con otros estudios en el extranjero, se percataron de que mientras ya había una oferta en terapias para adultos no había ninguna para niños y jóvenes, por lo que decidieron desarrollar ellas mismas una terapia.
A diferencia de la adicción al alcohol o a las drogas, en donde se prohíbe por completo el consumo, este tipo de dependencia no se resuelve eliminándolo por completo. "Es algo parecido a la anorexia. Tampoco puede prescindirse de comer, por lo que tenemos que ayudar a los niños a consumir responsablemente lo que les causa adicción, lo que es más difícil", dice Tausch.
Aprender a alimentarse
Cuando llegan a una terapia los niños tienen que dejar en su casa sus Gameboys. Además, el centro, que tiene capacidad para 60 pacientes, cuenta con una sola computadora que los niños no pueden usar durante más de media hora al día. También la televisión permanece apagada la mayor parte del día. Un equipo de profesionales supervisa a los niños 24 horas al día, que empieza a las 7 y media de la mañana con deporte.
Después del desayuno, los niños distribuidos en grupos aprenden sobre sobre como alimentarse. También hay grupos de teatro, de danza y de juegos de pelota. Parte importante de la terapia es que los niños encuentren alternativas creativas a la navegación en internet y la televisión. También se entrena a los papás para que la terapia no se olvide una vez los niños vuelvan a su vida cotidiana.