Limitar los daños
25 de septiembre de 2002Dos días después de las elecciones alemanas, los socorristas de la victoriosa coalición 'rojiverde' se apresuran para atender las heridas en las relaciones bilaterales con Estados Unidos. El ministro alemán de Defensa, Peter Struck, fue el primer emisario de un gesto de reconciliación.
En el marco de un encuentro de ministros de Defensa de la OTAN en Varsovia, el ministro alemán y su homólogo holandés, Albert Korthals, anunciaron su disposición a relevar a Turquía en la dirección de las tropas que integran la Fuerza Internacional para la Asistencia y la Seguridad en Afganistán, ISAF, en la que participan 1200 soldados alemanes. "Asumimos con ello una responsabilidad adicional y creo que el gobierno de Washington sabrá apreciarlo", dijo Struck a su regreso en Berlín.
Alemanes y holandeses aligerarían la carga de Washington sin entrar propiamente en un conflicto armado. Berlín espera que este gesto ayude a normalizar las relaciones con Estados Unidos. Las relaciones diplomáticas se tensaron durante la campaña electoral alemana a raíz de las críticas del canciller alemán, Gerhard Schröder, a un eventual ataque de Estados Unidos contra Irak. Acabaron tomando tinte de crisis diplomática tras las declaraciones de la ministra de justicia, Herta Daeubler Gmelin, quien supuestamente comparó los métodos de Bush con los de Hitler.
‘Relaciones envenenadas’
Struck señaló que las relaciones siguen siendo tensas y que a pesar de que no hubo un encuentro bilateral, conversó de manera informal con el Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld durante una recepción ofrecida en Varsovia, a quien explicó la situación existente en Alemania. Rumsfeld reiteró el distanciamiento de Washington al afirmar que las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Alemania están ‘envenenadas’.
La divisa del primer enviado de Berlín, Peter Struck, es ‘limitar los daños’. El Ministro evitó irritar de alguna forma a su aliado norteamericano en el encuentro de la OTAN, incluso encontró palabras de comprensión a la frialdad estadounidense, "que rayó en el límite de la descortesía", afirma la prensa alemana.
A pesar de que Schröder envió una carta de disculpa a Bush y de que la ministra en cuestión renunció a mantenerse en su puesto tras la victoria de la coalición socialdemócrata verde, las relaciones entre Estados Unidos y Alemania siguen en su peor momento desde la post-guerra.
'Palabras y hechos tienen consecuencias
"Las relaciones de ambos países han sido estrechas durante los últimos 50 años", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, "las declaraciones durante la campaña transmitieron un sentimiento ‘anti-estadounidense’ por parte de un aliado, y no creo que sea sorpresivo o inesperado el que palabras y hechos tengan consecuencias, éstas no desaparecen tras unas elecciones", señaló.
La prensa alemana observa escéptica que "es profunda la amargura que ha provocado en Washington la postura alemana en solitario, al negar toda cooperación ante una posible intervención militar de EEUU contra Irak, y no se supera con un par de gestos de amabilidad. La oferta de Berlín apenas será reconocida por Washington como Struck desearía".
Schröder recurre a Blair
Por su parte el canciller alemán Gerhard Schröder, fue recibido en Londres por su homólogo británico, Tony Blair. Durante el encuentro, ambos deliberaron sobre la política de Irak y sobre un informe ‘secreto’ presentado por el gobierno británico en torno al arsenal de armamento de destrucción masiva existente en Irak. Es el primer encuentro de Schröder con un jefe de gobierno, tras la reelección de la coalición roji-verde el domingo pasado.
A pesar de las divergentes posiciones de ambos jefes de gobierno en torno a la política de Irak, Blair es uno de los aliados europeos más cercanos de Schröder. Se espera que Blair, el mejor amigo de Estados Unidos, asuma el papel de intermediario entre Washington y Berlín, para ayudar a superar las tensiones.