Las raíces del extremismo en el este de Alemania
24 de febrero de 2016Según informaciones del Ministerio del Interior de Alemania, el año pasado la mitad de todos los actos racistas se cometieron en los estados federados orientales. Esto equivale a un aumento del 40 por ciento en comparación con 2014. La mayoría de los ataques contra refugiados, incendios provocados, manifestaciones violentas y actos de vandalismo se registran en el este de Alemania, sostienen las organizaciones “Amadeu Antonio Stiftung” y “Pro Asyl”.
Miedo a lo desconocido
Tras la caída del Muro de Berlín en 1989, la vida de muchos habitantes de la aislada RDA cambió radicalmente. El nuevo sistema económico capitalista trajo consigo mucho desempleo, algo que no se conocía en la economía de planificación socialista.
“El hecho de que las experiencias laborales y biográficas se volvieran obsoletas de un día para otro, de que todo se tenía que aprender desde cero y que hubiera que enfrentar un nuevo cambio” conmocionó a muchos, opina el sociólogo David Begrich. De cara a la gran afluencia de refugiados, ahora muchos habitantes del este sienten que una vez más tienen que adaptarse a algo completamente nuevo, agrega.
Hans Vorländer, politólogo de la Universidad Técnica de Dresde, habla de miedos, sentimientos de inseguridad y de la impresión de quedarse atrás. Miles de personas han emigrado de la región fronteriza entre Sajonia y Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Los problemas sociales y económicos que hoy día siguen aquejando a esa región muchas veces desembocan en una falta de perspectiva.
Según el investigador de extremismos Tom Mannewitz, de la Universidad Técnica de Chemnitz, “los perdedores subjetivos del cambio buscan otro grupo para compensarlo”. En general, el propio descontento es proyectado en extranjeros, refugiados o religiones ajenas como el islam.
Poco contacto con extranjeros
“La sociedad alemana oriental apenas está descubriendo -25 años tras la reunificación- algo así como la diversidad. Antes era una sociedad principalmente homogénea”, dice David Begrich. Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial solo entre un dos y un cuatro por ciento de la sociedad provenía de otros países del mundo.
Si bien en tiempos de la RDA hubo “trabajadores contratados” de países socialistas como Vietnam, Polonia, Mozambique, Hungría o Cuba, el régimen de la RDA los escondió en alojamientos especiales. Hasta 1988 incluso se prohibió a las mujeres extranjeras tener hijos en Alemania Oriental. “La rigurosa política extranjera que persiguió la RDA” tuvo un fuerte impacto en los alemanes del este, sostiene el politólogo Tom Mannewitz.
Dictadura en lugar de democracia
Por su parte, el sociólogo Matthias Quent cuenta que en tiempos de la RDA el extremismo de derecha fue oprimido masivamente. En general, la cúpula política dictaba las órdenes y el pueblo tenía que obedecer. Como consecuencia, en el este de Alemania había “poca experiencia con la competencia y confrontación política en el sentido de un pluralismo de intereses”. La población reaccionó con rechazo hacia el establishment político y perpetró actos violentos en lugar de apostar por la discusión.