Las múltiples caras de la justicia social
21 de agosto de 2013El politólogo Frank Nullmeier de la Universidad de Bremen viene analizando desde hace muchos años la manera en que los partidos alemanes abordan el tema de la justicia social. Él tiene una explicación muy simple para la omnipresencia de ese tópico en la actual campaña electoral: “Ese es un efecto retardado de la crisis financiera global de 2008 y de la inestabilidad exhibida por la eurozona. No hay manera de darle la espalda a ‘las secuelas sociales del mercado’ ”, explica el experto.
“La desigualdad de los ingresos económicos en Alemania y otros países es tan grande que los partidos no pueden evitar asumir una posición al respecto”, agrega Nullmeier. Pero, ¿qué cabe esperar concretamente de la clase política cuando la idea de justicia social significa cosas tan distintas para los partidos y para los diferentes sectores de la sociedad germana? Eso parece depender de la acepción que predomine. El instituto demoscópico Allensbach hizo un estudio sobre la materia y llegó a una interesante conclusión.
Equidad de oportunidades
Según Michael Sommer, director de ese proyecto de investigación –realizado entre finales de 2012 y principios de 2013–, lo primero que la mayoría de los habitantes de Alemania asocia con el término “justicia social” es la idea de la equidad de oportunidades. “Eso quiere decir que cada quien debe tener la mismas posibilidades en materia educativa y laboral, independientemente de su origen socioeconómico u otros rasgos de su identidad”, explica Sommer. “En segundo lugar están la equidad familiar y de rendimiento”, acota el especialista.
“Y al final de la lista de asuntos que la gente asocia con el término ‘justicia social’ está la distribución justa de las prestaciones sociales ofrecidas por el Estado”, comenta Sommer, dejando en el aire la imagen de numerosos ciudadanos interesados en mejorar su situación mediante el esfuerzo, sin recurrir a terceros. Nullmeier sostiene que la Unión Demócrata Cristiana (CDU) siempre tuvo un ala socialmente comprometida, pero que ésta fue rescatada del olvido por la actual ministra del Trabajo, Ursula von der Leyen.
Sueldo mínimo, la gran promesa
Von der Leyen ha descrito la justicia social como un “tema fundamental” de la CDU y viene defendiendo desde hace meses el establecimiento de un sueldo mínimo. Mientras tanto, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), que enarbola la bandera de la justicia social desde su fundación, no se ha recuperado del todo de los efectos nocivos que trajo consigo la Agenda 2010 impuesta por el Gobierno del socialdemócrata Gerhard Schröder. La Agenda 2010 reformó el sistema social y laboral, muchos creen que para peor.
“El SPD rompió su promesa de justicia social con ese proyecto y eso lo debilita como partido”, señala Nullmeier. Los Verdes, que compartieron las riendas del país con Schröder en un Gobierno de coalición, también han apelado al tema de la justicia social para hacer campaña. Como la CDU, Los Verdes hablan de fijar un sueldo mínimo de 8,5 euros por hora y de apoyar económicamente por más tiempo a quienes han estado desempleados durante mucho tiempo. Por su parte, el Partido Liberal (FDP) defiende la idea de la equidad de oportunidades.
El dedo acusador
“En lugar de colocar más peso sobre los hombros de la clase media, necesitamos mayor igualdad en el acceso a las oportunidades. Un país es justo cuando el ascenso individual depende de una buena educación y no del tamaño de la chequera de la familia”, dijo recientemente el líder liberal y ministro de Exteriores de Alemania, Guido Westerwelle. Sin embargo, La Izquierda no cree que el eslogan de los liberales baste para enmendar los desequilibrios flagrantes de la sociedad alemana; de ahí que su lema sea “100 por ciento social”.
La Izquierda demanda más justicia social en el ámbito tributario, en lo concerniente a las jubilaciones y en lo que respecta a las ayudas estatales para quienes llevan mucho tiempo desempleados. Según el estudio del Instituto Allensbach, el 70 por ciento de la población en Alemania está convencido de que la distribución de los ingresos económicos en el país es injusta y de que la brecha entre ricos y pobres se ha agrandado en los últimos años. Dos tercios de los consultados culpan a la clase política de la actual situación.
Autora: Anja Fähnle (ERC)
Editora: Emilia Rojas Sasse