Las mejores actividades de invierno en Alemania

Los Montes de Wetterstein, cerca de Garmisch-Partenkirchen, son un sistema montañoso de los Alpes orientales y un paraíso para los amantes del esquí, quienes realizan el ascenso fuera de la pista para después bajarla esquiando. Durante la subida, hay tiempo para disfrutar del majestuoso paisaje.

Los montes del Karwendel, en los Alpes, son una región maravillosa para los esquiadores de fondo. Sobre todo en pleno invierno, cuando el paisaje se cubre de nieve. La mayoría de los senderos suele estar entonces en funcionamiento, para disfrute de los amantes de paisaje alpino nevado. Desde principiantes hasta profesionales, hay recorridos para todos.

Deslizarse por una ladera en trineo despierta recuerdos de nuestra infancia. En Rottach-Egern, en la alta Baviera, se encuentra una de las pistas de trineo más largas del país: hasta 30 minutos de diversión por sus 6,5 kilómetros de trayecto. Eso sí, no hay que olvidar ponerse casco y ropa adecuada.

La Selva Negra es perfecta para adentrarse con botas de nieve en el blanco paisaje invernal. La ventaja sobre las botas de senderismo normales es que uno se hunde menos en la nieve, debido a la mayor superficie de la suela. Además, hay caminos especialmente pensados para este tipo de senderistas.

En las montañas del Harz, en el centro de Alemania, también se puede esquiar. El monte Wurmberg, el pico más elevado de Baja Sajonia, no alcanza con sus 1.000 metros las alturas de los Alpes, pero ofrece una variada oferta para amantes de actividades invernales. Además de pistas de esquí, hay opciones para deslizarse en trineo, así como caminos para hacer esquí de fondo y senderismo invernal.

Se trata de uno de los deportes de invierno más exigentes que existen. Cuando las temperaturas descienden por debajo de los cero grados y las cascadas de agua se congelan, los escaladores se preparan. Un lugar idílico para ellos es la cascada de Blauenthal, en los Montes Metálicos de Sajonia.

En toda Alemania hay grandes pistas de hielo y lagos que invitan a patinar. Lo especial del patinaje sobre hielo en el área del Ruhr es que algunos lugares están rodeados por el típico paisaje industrial de esta zona.

Quien no pueda viajar a las montañas o no quiera depender del tiempo para practicar su deporte de invierno favorito, puede ir a Snow Dome, en Bispingen, Baja Sajonia. En el interior de la instalación reina una temperatura de menos dos grados, por lo que siempre hay nieve. La nave tiene una superficie total de 23.000 metros cuadrados y cuenta con una pista de 300 metros.

A los alemanes les encanta el senderismo, así que ¿por qué dejar de practicarlo en invierno? Con la ropa adecuada, los paisajes invernales invitan a dar bonitos paseos. El silencio de Brandeburgo es perfecto para esta actividad.

También se puede practicar surf de pala en invierno. Hay que hacerlo con el equipo adecuado, que incluye traje de neopreno. En días despejados de invierno, en la playa de Falckenstein, en el Mar Báltico, hay una maravillosa calma y el lugar está prácticamente vacío.