15 de julio de 2022
Los expertos prevén que los fenómenos meteorológicos extremos serán más frecuentes debido al cambio climático.
Comenzó en la noche del 14 de julio. Una fuerte borrasca atravesó el oeste de Alemania. Después de un verano lluvioso, los suelos estaban saturados y ya no podían absorber más agua, de modo que toda la lluvia fue a parar a los ríos. Los más pequeños de repente se convirtieron en un peligro mortal. Las gigantescas masas de agua devastaron ciudades enteras como Bad Münstereifel, Rheinbach y Euskirchen. A última hora del día, la crecida llegaba al valle del Ahr, inundando un pueblo tras otro. Autos, árboles, puentes y casas enteras fueron arrasados.
La gente se refugió en los tejados de sus casas, donde muchos tuvieron que aguantar toda la noche hasta la llegada del helicóptero de rescate. Pero para algunos, no hubo salvación. Fueron arrastrados por la corriente o sorprendidos en sótanos o garajes subterráneos por la repentina subida del agua. Más de 180 personas murieron y miles de residentes perdieron todas sus pertenencias. Fue la peor catástrofe natural ocurrida en Alemania en casi 60 años.
Sin embargo, lo que sucedió a continuación devolvió la esperanza a la gente. Voluntarios de toda Alemania acudieron a las zonas inundadas. Sacaron el barro de las casas, recogieron escombros y prestaron ayuda emocional a los afectados. Numerosos agricultores ayudaron con sus tractores a despejar las carreteras y se produjo toda una avalancha de donaciones.
El trabajo de Lothar Schröder documenta los hechos cronológicamente, describiendo el sufrimiento de los afectados y el singular espíritu de solidaridad. Además, muestra como hoy, un año después, amplias zonas siguen marcadas por la catástrofe.
Horarios de emisión:
DW Español
SA 16.07.2022 – 07:15 UTC
DO 17.07.2022 – 02:15 UTC
DO 17.07.2022 – 13:15 UTC
DO 17.07.2022 – 21:15 UTC
LU 18.07.2022– 05:15 UTC
LU 18.07.2022 – 10:15 UTC
LU 18.07.2022 – 17:15 UTC
MA 19.07.2022 – 19:15 UTC
La Paz UTC -4 | Buenos Aires UTC -3 | Ciudad de México UTC -5