Antiguas ciudades mayas estaban contaminadas con mercurio
23 de septiembre de 2022El subsuelo de las antiguas ciudades mayas tenían altos niveles de contaminación por mercurio, que se debería al uso frecuente de este elemento y productos que lo contienen durante el periodo clásico, lo que pudo ser un peligro para su salud.
Un artículo que publica Frontiers in Environmental Science agrega que esta contaminación es, en algunos lugares, tan fuerte que incluso hoy podría ser un peligro potencial.
Descubrir mercurio enterrado en las profundidades de los suelos y sedimentos de las antiguas ciudades mayas "es difícil de explicar hasta que empezamos a considerar la arqueología de la región, que nos dice que los mayas utilizaron el mercurio durante siglos", explicó el autor principal, Duncan Cook, de la Universidad Católica de Australia.
El equipo revisó para su estudio todos los datos sobre las concentraciones de mercurio en el suelo y los sedimentos de los sitios arqueológicos del antiguo mundo maya.
En los sitios del Periodo Clásico (de 250 a 1100), para los sitios donde hay mediciones, la contaminación en mercurio era detectable en Chunchumil (México); Marco Gonzales y Actuncan (Belice); La Corona, Tikal, Petén Itzá, Piedras Negras y Cancuén (Guatemala); Palmarejo (Honduras) y Cerén (El Salvador).
Chan b'i (Belice) es el único lugar con datos disponibles donde no se detectó contaminación por mercurio.
Las concentraciones oscilan entre 0,016 partes por millón en Actuncan y hasta "la extraordinaria cifra” de 17,16 partes por millón en Tikal. El umbral de efecto tóxico (TET) para el mercurio en los sedimentos se define como 1 partes por millón.
¿De dónde provenía el mercurio?
Para buscar el origen de esta contaminación, los autores destacan que se han encontrado vasijas selladas llenas de mercurio líquido en yacimientos mayas como Quiriqua (Guatemala), El Paraíso (Honduras) y la antigua megalópolis multiétnica de Teotihuacan (México central).
En otros lugares de la región maya, los arqueólogos encontraron objetos pintados con pinturas que contienen mercurio, principalmente hechas con el mineral cinabrio o bermellón.
Por ello, concluyen que los antiguos mayas utilizaban con frecuencia pinturas y polvos que contenían cinabrio para la decoración, un mercurio que podría haberse filtrado de los patios, las zonas del suelo, las paredes y la cerámica, y haberse extendido posteriormente al suelo y al agua.
"Para los mayas, los objetos podían contener ch'ulel, o 'fuerza del alma', que residía en la sangre. Por ello, el pigmento rojo brillante del cinabrio era una sustancia inestimable y sagrada”, explicó otros de los autores Nicholas Dunning, de la Universidad de Cincinnati (EE.UU).
Pero, sin saberlo, "también era mortal y su legado persiste en los suelos y sedimentos de los antiguos yacimientos mayas", agregó.
ee (efe/Frontiers in Environmental Science)