La videovigilancia sigue siendo controvertida en Alemania
25 de octubre de 2019"El sistema ha demostrado ser tan eficaz que su implementación masiva es ahora posible", anunció Horst Seehofer en octubre pasado. "Los resultados han demostrado que la tecnología de reconocimiento facial puede ser de gran ayuda para nuestros oficiales de policía". El ministro del Interior, responsable de garantizar la seguridad pública en Alemania, se refería a un proyecto piloto para probar la tecnología de reconocimiento facial en la berlinesa estación de trenes de Südkreuz, un importante nudo de comunicación para viajeros tanto locales como internacionales.
Fue en esta bulliciosa estación donde 300 voluntarios permitieron ser observados por las cámaras de vigilancia durante todo un año mientras iban al trabajo o de compras. Antes de empezar el proyecto, las imágenes de sus caras fueron introducidas en una base de datos policial especial, imitando la forma en que la policía trata con sospechosos reales.
Las imágenes se actualizaban constantemente con las grabaciones de video de las cámaras instaladas en cada rincón de la estación. El software desarrollado para el experimento alertaba a los funcionarios cada vez que uno de los voluntarios era captado por una cámara.
Según el Ministerio del Interior, el sistema tuvo en promedio un 80% de precisión, lo que significa que solo uno de cada cinco voluntarios pasaba desapercibido ante las cámaras. El Ministerio también afirmó que el promedio de errores en la identificación fue significativamente mucho más baja: el software solo lanzó una alerta falsa por cada mil personas no incluidas en la base de datos. Es poco, pero en el mundo real esa tasa de error podría tener graves consecuencias para las personas inocentes monitorizadas o arrestadas por error por la policía.
Complicaciones legales
A pesar de ese riesgo, Dieter Romann, jefe de la policía federal alemana, elogió las posibilidades que presenta el software de reconocimiento facial. Dijo que facilita la localización y detención de delincuentes sin necesidad de despliegues especiales de la policía: "una gran victoria para la seguridad". Pero Romann y Seehofer tendrán que ser pacientes: Alemania carece actualmente de un marco legal claro para la implementación de las tecnologías avanzadas de videovigilancia.
El miércoles, los defensores de la nueva tecnología vieron más cerca su implementación cuando un tribunal administrativo de Hamburgo declaró improcedente una orden previa para borrar una controvertida base de datos que contenía imágenes de las protestas durante la cumbre del G20 en la ciudad en 2017. La policía local había estado usando el software de reconocimiento facial Videmo 360 para identificar a los participantes en actos violentos durante ese evento.
Gran parte de las imágenes fueron obtenidas de las cámaras seguridad de la ciudad; algunas fijas, otras móviles. Pero la Policía también tiene acceso a fotos y vídeos privados tomados durante las manifestaciones. Todo el material se almacena actualmente en discos duros en el departamento de Policía de Hamburgo.
Johannes Caspar, comisionado de protección de datos de la ciudad-estado, ha argumentado que no hay justificación legal para recopilar y almacenar los datos biométricos de multitudes de ciudadanos inocentes "para compararlos algún día con los de los sospechosos".
Tecnología de vigilancia en cada estación de tren
Caspar ahora está considerando apelar la decisión del tribunal. Mientras tanto, en junio se lanzó un segundo proyecto piloto en la estación de Südkreuz, cuyos detalles se presentaron recientemente al Parlamento en respuesta a una solicitud del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania.
La Policía federal afirma que la nueva tecnología de reconocimiento facial proporcionará una "defensa más efectiva" contra las amenazas más habituales. Los escenarios en los que la nueva tecnología ha demostrado ser útil, según la policía, incluyen situaciones típicas como la aparición de mochilas abandonadas o de "aglomeraciones de gente".
Las estaciones de tren alemanas son a menudo escenario de incidentes peligrosos o, incluso, mortales. En julio, un niño de 8 años fue asesinado por un hombre que lo empujó a las vías en la estación central de Frankfurt. Seehofer tiene como objetivo instalar tecnología de videovigilancia en casi todas las principales estaciones de tren de Alemania para 2024, y dice que el software de reconocimiento facial será una "parte importante" de esta campaña.
Los defensores de la privacidad se defienden
Pero Seehofer necesitará el respaldo de todo el gobierno antes de poder avanzar, y no está claro si lo va a conseguir. Al comentar sobre las conclusiones del primer proyecto piloto de Südkreuz, Seehofer dijo que las posturas "aún no se han conformado por completo". A diferencia de los miembros de la conservadora Unión Social Cristiana de Seehofer y su partido hermano, la Unión Demócrata Cristiana de la canciller Angela Merkel, algunos miembros de los socialdemócratas de la coalición gobernante son escépticos.
Otros también han expresado su preocupación por la extensión del uso de la tecnología de reconocimiento facial. En julio, la organización no gubernamental Sociedad para los Derechos Civiles (GFF) presentó un recurso de inconstitucionalidad contra la búsqueda automática de fotos de pasaportes por parte de la policía y los servicios de inteligencia.
Hasta 2017, la ley alemana solo permitía realizar tales búsquedas en casos penales, pero una enmienda ahora permite búsquedas incluso en casos en que las autoridades no tienen motivos para sospechar. Bijan Moini, uno de los abogados que representa a GFF, ahora teme que se esté compilando una "base de datos nacional de características biométricas".
(lgc/jov)
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