La UE trata la crisis de refugiados en Amsterdam
25 de enero de 2016
Los ministros de Interior de la UE centrane este lunes (25.1.2016) su primera reunión del año en la crisis de refugiados y la amenaza del terrorismo integrista, con especial atención a la creación de un cuerpo europeo de guardia fronteriza antes de junio.
Trabajarán sobre la propuesta de la Comisión Europea (CE) para crear un cuerpo europeo de guardia fronteriza que ayude a atajar la crisis de refugiados que vive Europa, para así poder preservar la zona Schengen de fronteras abiertas.
El ministro alemán del Interior, Thomas de Meziere, dijo que se debe actuar de inmediato para poder salvar el espacio de Schengen: "Queremos preservar Schengen, pero se deben encontrar resultados para una solución europea. Y rápidamente."
Una de las medidas a debatir en la reunión es la aplicación del Artículo 26 de los Códigos de Fronteras de Schengen, que permitirían a los Estados miembros de la UE a extender el control de sus fronteras más allá de un límite de 30 días.
Se espera llegar a acuerdo político
La reunión tiene un carácter informal y es la primera de la presidencia holandesa de turno del Consejo de la UE, por lo que no habrá decisiones definitivas, sino más bien una reflexión sobre cómo organizar los trabajos para lograr un acuerdo político a más tardar en junio, como prometieron los Veintiocho, indicaron fuentes comunitarias.
El papel que debe desempeñar la Agencia Europea de Fronteras Exteriores (Frontex) y la posibilidad de intervenir en las fronteras de un país cuando quede claro que el Estado miembro no es capaz de gestionar la situación son algunas de las cuestiones que se espera tratar esta primera discusión del año.
La jornada comenzó con un desayuno de trabajo previo al Consejo de ministros al que asistieron los países más afectados por la amenaza del terrorismo integrista, entre ellos España, que estará representada en el encuentro por el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz.
La reunión a Veintiocho empezará después con una primera sesión centrada en la necesidad de que los Estados miembros compartan información y conecten sus bases de datos, un aspecto que ha cobrado especial relevancia tras los ataques del 13-N en París.
CP (efe, rtr)